El Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco, advirtió que “los radicalismos y los modos tajantes de imponer un programa no son tolerables” en una sociedad democrática que está formada por personas activas con criterio propio.
En una carta pastoral titulada “Lealtad institucional y madurez democrática”, el Prelado afirmó que los ciudadanos que conforman una sociedad democrática “tienen sus propias convicciones” y les repugna que un gobierno les “quiera dirigir sus creencias a golpe de silbato”.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Añadió que una actitud arbitraria por parte de los gobernantes “fomenta una grave contradicción política” y golpea fuertemente “el buen sentido de los ciudadanos que quieren vivir en unidad y en paz”.
En este sentido, el texto recuerda que la virtud propia del buen gobernante “es la lealtad con su comunidad y la lealtad institucional”, que le obliga a “rectificar aquellas propuestas electorales que chocan con el bien de las personas y de la sociedad”.
Según la agencia Avan, Mons. García-Gasco afirmó que la lealtad institucional “exige que la libertad religiosa sea bien entendida y practicada”, porque “una sociedad libre” valora positivamente que sus miembros “expresen comunitariamente sus convicciones con pleno respeto a los demás”.
Asimismo, el Prelado señaló que el Gobierno no puede desconocer la contribución de las comunidades religiosas al bien común, sino “aceptar que a través de los códigos éticos de los creyentes se está expresando una comprensión del bien humano que no le corresponde al poder político cambiar”.
En ese sentido, tras recordar la reciente fiesta de la Madre de Dios, el texto destaca la religiosidad del pueblo valenciano y la colaboración existente entre éste y las autoridades políticas, para que se pueda expresar de manera pública y sentida su devoción a Santa María.
En democracia