El Obispo Castrense de Colombia, Mons. Fabio Suescún Mutis, explicó que para que exista paz en Colombia no basta solucionar el conflicto armado, sino también dar atención a la guerra que el ciudadano vive en el “día a día” de las “relaciones sociales”.
En entrevista con El Diario, el Prelado advirtió que el país debe atender un tipo de conflicto más grande, que se vive aparte de las guerrillas, que es “la guerra que se está desarrollando en los hogares (...) en las relaciones sociales”.
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Indicó que “una estadística muy impresionante” revela que sólo el doce por ciento de las muertes violentas proviene del conflicto armado, mientras que el 88 por ciento se origina en la delincuencia, accidentes y “enfrentamientos entre las personas”.
Mons. Suescún, autor del libro “Convivencia Sana Sociedad en Paz”, dijo que el país no tiene paz “porque nosotros nos hemos acostumbrado a arreglar las cosas a las malas” y a ver en el otro “un contrincante”.
Para el Prelado, las relaciones humanas se dañaron desde el momento en que el hombre no supo corresponder al amor para el cual Dios lo creó. “Ese es el drama del paraíso terrenal”, afirmó.
Sin embargo, el Obispo Castrense aseguró que Dios es la respuesta “a los grandes problemas de la humanidad” y al de las relaciones entre hermanos.
“Si nosotros hacemos caso de lo que Dios va exigiendo a la humanidad, a medida que transcurre la historia, nos vamos dando cuenta de que Dios da respuesta a esos problemas”, indicó. Agregó que el cristiano está llamado a transformar las relaciones humanas en “una convivencia feliz”.
Mons. Suescún también recordó que “la misión de la Iglesia es evangelizar”. Añadió que de acuerdo a la enseñanza de Juan Pablo II se necesita “emprender una nueva evangelización para llegar al corazón de los alejados, para fortalecer nuestra fe en Cristo Jesús”.