El párroco de Svidnik (nordeste de Eslovaquia), Padre Peter Gombita, relató en su reciente visita a la sede internacional de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) que “para trabajar entre gitanos, hay que convertirse en uno de ellos”.
Explicó que su parroquia tiene unos 13 mil habitantes, entre los cuales unos tres mil 500 son católicos y 600 gitanos, estos últimos muy pobres, pues la mayoría no tiene trabajo y depende casi exclusivamente de la asistencia social.
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Según el P. Gombita, el alcoholismo y la drogadicción son los principales problemas en Svidnik. “Estoy concentrándome sobre todo en los jóvenes, con el fin de inmunizarlos contra estos males sociales”, dijo.
“A pesar de todas las dificultades, muchos gitanos contribuyen muy activamente a la vida de la parroquia, por ejemplo, en grupos de oración o como miembros del consejo parroquial”, concluyó.