El Arzobispo de Corrientes, Mons. Domingo Castaña, afirmó que mientras no se encuentre a Cristo, el verdadero camino a seguir, "se corre el riesgo de entretenerse en los que conducen al vacío y a la desilusión”.
Mons. Castaña recordó con firmeza que es necesario que Cristo, por ser “el Camino”, ocupe un espacio respetable en esta sociedad, y ello depende de que los ciudadanos cristianos lo adopten como propio y lo recorran con humilde decisión.
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De igual modo exhortó a “no temer, ni tener vergüenza de reconocer públicamente la adhesión incondicional a Cristo. Advertimos que en algunos temblorosos silencios se agazapa el demonio de la cobardía y de la corrupción. A veces, en los ámbitos que debieran atraer a los más distantes, en busca del acceso obligado o el camino que conduce al Padre, se produce una inexplicable confusión”.
“¿Cómo responder a quienes objetan a los 'católicos practicantes' la falta de coherencia entre lo que profesan y hacen?", preguntó el Prelado y respondió que para "convencer al mundo distante de la fe, que Cristo es el camino que busca, es preciso que lo sea de verdad para nosotros. Al comprobar que lo transitamos exitosamente aceptará la aventura de recorrerlo con nosotros hasta el final".
El Arzobispo advirtió que actualmente "nos encontramos ante el elegante manejo de la falsedad y del mal, que algunas hábiles inteligencias saben presentar a los desprevenidos lectores y espectadores, por lo que es preciso que se cuide y defienda el medio ambiente cultural y espiritual de las personas, con lo cual no se atenta contra la libertad de expresión, sino que se intenta favorecer una correcta educación del sentido crítico de las personas y especialmente de los jóvenes, para que puedan discernir lo que está bien y lo que está mal, lo que es verdad y lo que es mentira y, particularmente, identificar quiénes son los falsarios y quiénes los honestos”.
La debemos abrir nosotros