Este viernes a las 11:00 a.m. –hora de Roma– el Papa Benedicto XVI agradeció a los Cardenales reunidos en audiencia en la Sala Clementina, y les pidió seguirlo apoyando espiritualmente a lo largo de su ministerio.

En su discurso, el Santo Padre agradeció a todos los cardenales presentes, especialmente al Cardenal Angelo Sodano, que como Secretario de Estado dirigió las palabras de saludo, y al Cardenal Eduardo Martínez Somalo, quien como Camarlengo, fue responsable del Cónclave.

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“Deseo extender mi sincero reconocimiento a todos los miembros del Colegio Cardenalicio por la activa colaboración prestada por ellos a la gestión de la Iglesia durante la Sede Vacante”, dijo el Pontífice. “Con particular afecto quisiera saludar a los cardenales que, por motivo de su edad o por enfermedad, no han podido hacer parte del Cónclave”, agregó.

Luego, al recordar que cada cardenal “regresará a su respectiva Sede para retomar su trabajo”, señaló que “espiritualmente permaneceremos unidos en la fe y en el amor del Señor, en el vínculo de la celebración eucarística, en la oración insistente y en el compartir del cotidiano misterio apostólico”.

“Vuestra espiritual cercanía –prosiguió–, vuestros iluminados consejos y vuestra activa cooperación serán para mí un don que os reconoceré siempre y un estímulo a llevar a cumplimiento el mandato que se me ha confiado con total fidelidad y dedicación”.

Al referirse a la elección papal, el Santo Padre afirmó que “es un acto de confianza que constituye un aliento a emprender esta nueva misión con más serenidad, porque estoy persuadido de poder contar, además de la indispensable ayuda de Dios, también con vuestra generosa colaboración. Os ruego, ¡no hagáis jamás que me falte vuestro apoyo!

Benedicto XVI señaló luego que “si por una parte tengo presentes los límites de mi persona y de mis capacidades, por la otra sé bien cuál es la naturaleza de la misión que me ha sido confiada y que me dispongo a desarrollar con simplicidad y disponibilidad, imitando a nuestro Maestro y Señor, que no vino para ser servido sino para servir”.

“No queda por lo tanto, a mí y a todos nosotros, más que aceptar de la Providencia la voluntad de Dios y dar lo mejor de nuestra parte para corresponder, ayudándonos los unos a los otros en el cumplimiento de las respectivas labores al servicio de la Iglesia”, agregó.

bajo la materna protección de María
Mater Ecclesiae

> Lea el discurso completo del Papa en
http://www.aciprensa.com/Docum/cardenales05.htm