Ante la equiparación de las uniones homosexuales y el matrimonio, obispos e instituciones que protegen a la familia advirtieron que la decisión del Congreso de Diputados es “un mal paso” que traerá graves consecuencias para la sociedad española.
El Congreso aprobó el proyecto de ley del Gobierno para modificar el Código Civil y equiparar las uniones del mismo sexo al matrimonio, así como permitir la adopción de menores por parte de parejas homosexuales. La iniciativa contó con 183 votos a favor, pero fue rechazada por el PP y los diputados de la Unión Democrática de Cataluña.
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Desde la Diócesis de Jaén, el administrador apostólico, Padre Rafael Higueras, declaró a Europa Press que aunque se haya aprobado dicha ley, la Iglesia se mantendrá fiel a su doctrina, la cual “no deja lugar a dudas” con respecto a este tipo de uniones.
Por su parte, el Obispo de Almería, Mons. Adolfo González, advirtió que la decisión del Parlamento “traerá indudables y graves consecuencias para la convivencia y para el desarrollo de la persona”.
Añadió que “queda la posibilidad de recurrir ante el Tribunal Constitucional” porque esta ley viola la Carta Magna, que define al matrimonio como una institución monógama heterosexual.
El Prelado señaló que los feligreses y aquellos que “tengan en consideración la ley natural del matrimonio en sí”, no deben sentirse determinados por esta norma en su “conciencia religiosa y moral”.
Sobre la adopción de menores, el Obispo indicó que esta modificación del Código Civil lesiona gravemente “los derechos de los niños”, como es tener madre y padre, y junto con ello “una referencia femenina y masculina”.
Por su parte, el Instituto de Política Familiar (IPF), calificó estas leyes como “propias de actitudes famifóbicas” que no ayudan a la familia ni a la infancia. Recordó que el Gobierno no ha contado “con la voluntad popular” ni con el apoyo de “agentes sociales y expertos".