El Obispo Auxiliar de Lima, Mons. José Antonio Eguren, presidió una Misa en la Catedral local por el Cónclave y recordó a los peruanos que la actitud principal de los católicos ante éste debe ser “la oración perseverante hecha en íntima armonía y unidad con toda la Iglesia”.
“La oración, hermanos, nunca debe ser nuestro último recurso, sino más bien lo primero que siempre hagamos”, agregó el Obispo y explicó que “pedir con confianza filial” debe ser “nuestra tarea principal estos días”.
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“Orar fervientemente al Señor para que asista a los cardenales electores de manera que iluminados por la gracia del Espíritu Santo, designen un Padre y Pastor digno para la Iglesia, que se dedique con todas sus fuerzas al servicio del Pueblo de Dios”, agregó.
Mons. Eguren recordó que “la tarea de los cardenales electores es muy delicada. En el fondo el gran “elector” del Cónclave es el Espíritu Santo. La misión de los cardenales consiste en abrirse con docilidad a las mociones del Espíritu para elegir a aquél a quien el Señor quiere que de ahora en adelante sea su Vicario en la tierra”.
Asimismo, aclaró que “el Cónclave, no es un acto político, basado en cálculos o intereses humanos, sino que es un acto de fe, que busca elegir al Sucesor de Pedro. Por eso involucra a toda la comunidad eclesial y no sólo a los cardenales electores”.
Mons. Eguren ofreció la siguiente oración ante el Cónclave:
“Señor Jesús: ¡tú eres el Buen Pastor
que das la vida por tus ovejas!
Apoyados en la maternal intercesión
de Santa María, Madre de la Iglesia,
te suplicamos que envíes tu Espíritu Santo
sobre los cardenales electores
reunidos en Cónclave
junto a la tumba del Apóstol San Pedro.
Manifiéstales tu designio divino,
para que elijan, con espíritu de sabiduría y de inteligencia
a quien tú quieres por Obispo de Roma
y Pastor de toda la Iglesia.
Y a nosotros concédenos una mirada de fe,
para reconocer en él a tu Vicario en la tierra,
profesarle una explícita fidelidad,
y trabajar con él y bajo él
en la obra de la Nueva Evangelización
del tercer milenio.