En una entrevista concedida al diario Corriere della Sera, Wanda Poltawska, una de las intelectuales polacas más cercanas al pensamiento del Papa Juan Pablo II, reveló detalles de la profunda visión de Karol Wojtila respecto de la mujer, la sexualidad y la paternidad.
Poltawska, que formó parte del círculo de jóvenes intelectuales católicos reunido en torno al entonces Padre Wojtila, señala que “desde joven sacerdote el Santo Padre consagraba todo su tiempo al contacto con los jóvenes... para observar la persona humana, para entender quién es en realidad el hombre como tal”.
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Karol Wojtila “quería salvar la santidad del amor humano,” señaló la intelectual polaca en la entrevista. “La mujer está más expuesta al peligro, especialmente las jóvenes. El corazón de la mujer es su tesoro y su peligro. Y Juan Pablo II se ocupaba, sobre todo, de cuidarlas”.
Poltawska revela que el futuro Papa siempre repetía a los varones que “debían respetar a las mujeres porque ellos han recibido la vida gracias a las mujeres, a la madre, que ha dado su sangre para dar vida a una persona humana”.
“La maternidad, como proyecto divino, era fascinante para él. Como joven sacerdote, escribió una poesía sobre la madre, un elogio por este papel fundamental”
Para Juan Pablo II, “la masculinidad se despliega en el papel del padre que debe ayudar a la mujer, que debe proteger a los niños”, agrega.
Según Poltawska, “el Santo Padre decía siempre: ¡santo celibato! Porque le da a los sacerdotes esta fuerza divina que les permite desplegarse de un modo santo, sin pecados, sin abusos, sin nada, porque tienen una gracia que viene del sacramento del sacerdocio”.
El Papa “hablaba del santo celibato, que es libremente acogido, como un modo de realizar el proyecto divino en uno mismo; no de un celibato que es asumido por el simple hecho de no haber encontrado en la vida una mujer. Veía el celibato como plenitud de posibilidad, como una paternidad más desarrollada, más plena. Los sacerdotes son Padres espirituales. Con el celibato, un sacerdote puede tener millares de hijos. La potencialidad de un sacerdote de desplegarse como padre es mayor que aquella de un hombre que tiene un niño o dos”, explica en la entrevista
Poltawska concluye la entrevista con un lamento: “Hoy, el respeto a la madre ha desaparecido. Las mujeres no entienden que su grandeza es por causa de la maternidad; algunas chicas estúpidas no entienden, no quieren ser madres. Y los varones no tratan a las madres como personas con las cuales se debería ser agradecido por la vida”.