“¡No defraudéis a vuestro gran amigo y padre, el Papa Juan Pablo II!”, exclamó el Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela, ante miles de jóvenes que llenaron la explanada de la Almudena durante la Misa celebrada en honor al Santo Padre.
Durante la homilía, el Purpurado recordó las visitas que el Papa realizó a España y sus encuentros con los jóvenes, a quienes el 3 de mayo de 2003 llamó a vencer “la enemistad con la fuerza del perdón”, a testimoniar que “las ideas no se imponen, sino que se proponen”, así como a nunca dejarse desalentar por el mal.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
“A la vista de todo lo que hemos conocido, vivido y recibido de él como nuestro Padre y Pastor, el nombre que le cuadra a Juan Pablo II es el de Santo”, afirmó.
Tras recordar que en innumerables ocasiones los jóvenes españoles llamaron al Papa “amigo”, el Purpurado les invitó a “dar un paso más”, respondiéndole “con corazón comprometido y ferviente: ¡Queremos ser testigos de Jesucristo!” y protagonistas “de un mundo nuevo”, llevando el Evangelio “a las raíces más profundas de las personas y de la sociedad”.
El Arzobispo de Madrid afirmó que Juan Pablo II sigue creyendo en los jóvenes. Sobre el llamado a la vocación religiosa, el Cardenal Rouco recordó las palabras pronunciadas por el Pontífice en 1982: “Si sientes la llamada de Dios que te dice: ‘Sígueme’... no la acalles”. Añadió que el Papa asegura que “vale la pena dedicarse a la causa de Cristo y, por amor a Él, consagrarse al servicio del hombre”.
La Eucaristía, organizada por la Delegación de Juventud de Madrid, iba a celebrarse al interior de la Catedral de la Almudena, pero tuvo que realizarse en la explanada debido al gran número de jóvenes presentes.