El Papa Juan Pablo II sufrió ayer una grave caída cardiaca; pero está “consciente, lúcido y extraordinariamente sereno”, informó este mediodía en Roma el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls.
El vocero del Vaticano señaló que el Pontífice muestra “los parámetros biológicos alterados”, su “presión arterial es inestable” y tiene “dificultades respiratorias”; aunque se mantiene “lúcido, consciente y sereno”; “extraordinariamente sereno”, puntualizó emocionado.
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Navarro-Vals indicó que en la tarde este jueves el Pontífice mostró signos de infección en las vías urinarias y sufrió “un choque séptico con colapso cardiocirculatorio”.
En el Palacio Apostólico se activaron todas las medidas “terapéuticas y de asistencia cardiorrespiratoria necesarias”, informó el Vocero.
A últimas horas de la tarde del jueves los médicos lograron una “estabilización temporal del cuadro clínico que, de todas formas, en las horas posteriores, evolucionó de manera negativa”.
A las 19:17 horas del jueves el Pontífice recibió la Unción de los Enfermos, aunque hoy, a las 6:00 a.m. ha concelebrado la Misa, “naturalmente desde su cama”.
“El Papa, como saben, es asistido por su médico personal el doctor Renato Buzzonetti, por dos médicos especialistas en reanimación, por un médico cardiólogo y por un especialista en otorrino-laringología; así como por dos enfermeras”, explicó Navarro.
El Pontífice ha recibido además, esta mañana, a varios colaboradores.