Al recibir a los representantes de un colectivo homosexual, el Obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño, Mons. Juan José Omella, les reiteró que “la Iglesia comprende su sufrimiento y su dolor”, pero que no comparte sus ideas y el “modo de proceder de personas concretas o de estos colectivos”.
Según el diario La Razón, que destaca que “por primera vez desde 1994, un prelado español se reúne con activistas homosexuales”, el Obispo recibió a finales de febrero a dos representantes del colectivo GYLDA, acrónimo de “Gays y Lesbianas De Aquí”. Según Mons. Omella, el deseo de los representantes era “transmitir sus sentimientos y vivencias y el por qué se sienten incomprendidos”.
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“Mi respuesta fue que la Iglesia comprende su sufrimiento y su dolor, pero que no puede compartir el modo de proceder de personas concretas o de estos colectivos”, explicó el Prelado al diario.
El Obispo de Logroño declaró que “yo, como persona y cristiano, trato de respetar a cada ser humano con sus gozos y problemas, porque el Cristo del Evangelio está siempre cerca de todos”. Sin embargo, recogiendo el pasaje de la mujer pecadora, el Prelado recordó que “Jesús le dijo ‘vete en paz’, pero le añadió ‘y no peques más’”, señala La Razón.
Según Mons. Omella, la cita se dio “dentro de la agenda de un obispo que atiende a todo aquel que llama a su puerta”.
Contra los “lobbys gays”
El Prelado aseguró que la Iglesia “comprende y se muestra cercana a las personas homosexuales, pero los lobbys gays no pueden imponer a la sociedad unos parámetros que no son correctos”.
“Salí de la reunión con la impresión de que les duele que no se comprenda su posición, pero yo he de ser fiel a la doctrina tradicional de la Iglesia, que es la de Cristo”, añadió el Obispo, apuntando que “los seguidores de Jesús, también tenemos caídas y fallos, pero nos acogemos a la misericordia del Señor, sin hacer bandera, como hacen muchos de ellos, de algo que no es normal”, apuntó.
Hecho insólito
A juicio del diario español, el encuentro –calificado por el Obispo de “cordial– es “un hecho insólito ya que, hasta la fecha, sólo se tenía constancia de dos prelados que se hubieran reunido con estos grupos: el Cardenal Carlos Amigo, Arzobispo de Sevilla, en 1994, y Mons. José María Setién, Obispo ahora emérito de San Sebastián, a principios de los ‘90”.