Durante la celebración de la Vigilia Pascual, durante la cual se leyó el mensaje Pascual del Papa Juan Pablo II, el Cardenal Joseph Ratzinger , Decano del Colegio Cardenalicio y Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la fe, explicó que el seguimiento de Cristo resucitado implica también tener el coraje de defender la fe.
El Cardenal Ratzinger se dirigió a los fieles explicando qué significa el seguimiento de Cristo. “Nuestra columna de fuego, nuestra sagrada nube es el Cristo resucitado, simbolizado por el cirio pascual encendido. Cristo es la luz; Cristo es el camino, la verdad y la vida; siguiendo a Cristo, teniendo firme la mirada de nuestro corazón hacia Cristo, encontramos el camino justo”.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El Cardenal agregó luego que “seguir a Cristo significa sobre todo estar atentos a su palabra”.
“La participación en la liturgia dominical semana tras semana es necesaria para cada cristiano, para entrar en una verdadera familiaridad con la palabra divina: el hombre no vive solo del pan o del dinero o de la carrera, vive de la palabra de Dios, que nos corrige, nos renueva, nos muestra los verdaderos valores del mundo y de la sociedad: la palabra de Dios es el verdadero maná, el pan del cielo, que nos enseña la vida, el ser hombres”.
Seguir a Cristo –siguió el Purpurado alemán- implica estar atentos a sus mandamientos resumidos en el doble mandamiento de amar Dios y al prójimo como a nosotros mismos. Seguir a Cristo significa tener compasión para con los sufrientes, tener un corazón para los pobres; significa también tener el coraje de defender la fe contra las ideologías; tener confianza en la Iglesia y en su interpretación y concretización de la palabra divina para nuestras circunstancias actuales. Seguir a Cristo implica amar su Iglesia, su cuerpo místico”.
“Caminando así encendemos pequeñas luces en el mundo, rompemos las tinieblas de la historia”, agregó.
Refiriéndose a la resurrección del Señor, el Cardenal Decano afirmó que “no es simplemente el recuerdo de un hecho pasado. En la noche pascual, en el sacramento del bautismo, se realiza hoy realmente la resurrección, la victoria sobre la muerte”.
“Jesús –prosiguió- es la resurrección y la vida eterna; en la medida en que estamos unidos a Cristo, hemos pasado hoy mismo de la muerte a la vida, vivimos ya ahora la vida eterna, que no es solo una realidad que viene después de la muerte, sino que comienza hoy en nuestra comunión con Cristo. Pasar de la muerte a la vida- este es el camino, del cual Cristo nos ha abierto la puerta, al cual nos invita la celebración de las fiestas pascuales.”
la vida biológica es un don frágil ofrecer una medicina contra la muerte