Mientras una Corte Federal volvía a negar este viernes el pedido de la familia de Terri Schindler Schiavo de que se le reinserte el tubo de alimentación, su hermana, Suzanne Schindler Vitadamo suplicó nuevamente la intervención del Gobernador Jeb Bush diciendo que su hermana “parece una víctima (del campo de concentración nazi) de Auschwitz”.
Por segunda vez, el juez federal James Whittemore decidió contra los padres de Terri, Bob y Mary Schindler, y dejó la vía abierta a la lenta muerte de la mujer de 41 años, cuyo tubo fue desconectado hace una semana.
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“Seguimos buscando opciones, pero se nos acaban”, dijo Rex Sparklin, uno de los abogados que representan a los Schindler.
“Estamos actuando minuto a minuto, pero es sumamente frustrante, porque cada minuto que pasa es un minuto en el que Terri camina a la muerte por hambre y deshidratación”, dijo su hermano, Bobby Schindler, quien dijo que verla ahora es “como ver fotografías de las víctimas de los campos de concentración (nazi)”.
Mientras tanto, miles de personas se han reunido desde las 6:00 a.m. frente a la residencia del Gobernador Jeb Bush en Tallahassee en una jornada de oración que durará todo el Viernes Santo para pedir su intervención.
“Estamos aquí en Viernes Santo para pedirle al Gobernador Bush que intervenga para salvar la vida de Terri Schiavo. El gobernador tiene en su poder el rescatar a Terri, su vida está en las manos del Gobernador”. Dijo el pastor evangélico Patrick Mahoney, Director de la “Christian Defense Coalition”.
Por su parte, el P. Frank Pavone, Director nacional de “Priests for Life” (Sacerdotes por la Vida), señaló que el caso de Terri Schiavo “ha demostrado que estamos siendo gobernados por jueces no elegidos, y que las ramas ejecutiva y legislativa del gobierno carecen de la voluntad de ponerse firmes ante ellos cuando autorizan actos de violencia. El asunto, por tanto, queda ahora en manos del pueblo”.
“Cuando el gobierno fracasa en proteger la vida –agregó el P. Pavone-, el pueblo debe hacerlo directamente. Hoy debe marcar el inicio de una nueva era de desobediencia civil y objeción de conciencia, con esfuerzos simultáneos y determinados para limitar la autoridad de las cortes y restaurar el gobierno al pueblo a través de sus representantes electos”.