Durante las celebraciones del Domingo de Ramos, el Cardenal Geraldo Majella Agnelo, Presidente de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB) y Arzobispo de Salvador hizo un enérgico llamado en defensa de la vida, contra el aborto, la eutanasia y los experimentos con células madre embrionarias.
Ante una multitud de 40 mil personas congregadas en la Plaza Castro Alves en el centro de Salvador, exhortó a los católicos a proteger las vidas de los inocentes afirmando que el gobierno brasileño está más preocupado en hacer "medicinas que matan".
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Refiriéndose al proyecto de experimentación con embriones recordó que "los embriones también son seres humanos y no pueden ser usados como medicina.
"Recordemos el sacrificio de Jesús, el inocente que fue crucificado, cuando en los días actuales aún hay muchos inocentes que son asesinados", dijo, citando a los bebés victimas de abortos y los embriones que pueden ser usados en experiencias terapéuticas. "El embrión es gente, es vida, no puede ser usado para ser hecho medicina para otros, no puede ser usado para alimentar la ambición y el egoísmo de otras personas", agregó.
Sobre la eutanasia, el Cardenal afirmó que si la práctica se legaliza van a acabar exterminando a todos los considerados "inútiles y que no producen". "El viejo que ya está tan lleno de dolores y sufrimiento. ¿Para qué sufrir? Acabemos con él", afirmó.
"Recen por todos los que están siendo sacrificados y para que los políticos no aprueben leyes contra la vida", dijo el purpurado bajo aplauso de los fieles. La Procesión de Ramos comenzó a eso de las 8 de la mañana en la Plaza de Campo Grande y siguió en dirección a la Plaza Castro Alves con carros de sonido de la Arquidiócesis, animando a los fieles.