El proceso para elevar a los altares a Guadalupe Ortiz de Landázuri, miembro de la prelatura del Opus Dei, concluyó su primera fase satisfactoriamente, según lo confirmó el Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela.
Según informó el Purpurado a La Razón, durante la primera fase del proceso –que se ha prolongado tres años y medio– 54 testigos han ofrecido testimonios sobre la vida de Ortiz. Además se han examinado documentos y se han recogido pruebas con rigor jurídico que determinarían su heroica vida cristiana.
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El Arzobispo destacó que “lo que reporta a la Iglesia y a la sociedad del siglo XXI la vida de esta sierva de Dios es feminidad, profesionalidad y afán de santidad vividos en el mundo, buscando siempre la promoción de la mujer, sin reducir su entrega total y radical a Cristo”
Guadalupe Ortiz desarrolló su vida profesional como investigadora química en España, México e Italia, donde, según los testimonios aportados, llevó a cabo una intensa labor de evangelización y promoción social.
Con la primera fase culminada, el proceso de beatificación de la ganadora del premio Juan de la Cierva de investigación en 1965, pasa ahora a manos del Vaticano.