Ante la proximidad del Domingo de Resurrección, el Arzobispo de Mendoza, Mons. José María Arancibia, llamó a la feligresía a no anteponer nada a la Pascua, porque es “el corazón mismo de nuestra fe cristiana”.
En su mensaje, el Prelado señaló que este año la Pascua coincide con la concentración que cada 27 de mes realizan un grupo de personas en El Algarrobal, para venerar a la Santísima Virgen en su advocación de “Rosa Mística”.
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Por ello, consideró adecuado dar al pueblo fiel dos orientaciones para vivir “con auténtico espíritu cristiano” la Pascua de Resurrección.
En primer lugar, el Prelado pidió “a los fieles cristianos no anteponer nada a la celebración de la Pascua”. Por el contrario, Mons. Arancibia desaconsejó concurrir a “cualquier otro acto de piedad que ensombrezca la centralidad de la celebración pascual”, y más bien, invitó a participar en las Misas pascuales que se realizan en las parroquias.
Asimismo, señaló que “con la ayuda de algunos sacerdotes”, y tras realizar un “seguimiento más atento de cuanto ocurre en El Algarrobal”, ofrecerá “una serie de orientaciones pastorales” para encauzar las manifestaciones que allí tienen lugar, “según los criterios de la fe católica y la disciplina de la Iglesia”.
En el texto, que será leído en todas las parroquias de la arquidiócesis, Mons. Arancibia recuerda que la Eucaristía del Domingo de Pascua “es la más solemne y significativa de todo el año”. Agregó que ese día es “el ‘día que hizo el Señor’”.
“De aquí deriva también la importancia del domingo, ‘día especial de la fe, día del Señor resucitado y del don del Espíritu, verdadera Pascua de la semana’”, destacó.
El Arzobispo de Mendoza invita a los feligreses a aprovechar esta fecha para renovar “nuestra adhesión de fe” al Señor Jesús, “vencedor del pecado y de la muerte”.
“Con María invoquemos fervientemente el don del Espíritu Santo a fin de discernir en todo esto la voluntad de Dios, aceptándola con docilidad interior y poder gozar así de sus consuelos”, concluyó.