Douglas R. Scott, presidente de Life Decisions International, exhortó a los estadounidenses a no dejarse engañar por quienes usan el drama de Terri Schindler Schiavo para promover la eutanasia y consideren todos los hechos.
“Terri no es una enferma terminal y tampoco se está muriendo. Sólo necesita nutrición e hidratación, como cualquiera de nosotros. Es el blanco de la muerte sólo porque su alimentación es intravenosa, lo que han calificado como ‘artificial’. Algunas personas usan una cuchara, otros biberones y otros vías intravenosas, el fin es el mismo, alimentarse y vivir. Ella tiene derecho a vivir y eso no debe depender de su condición o capacidades”, indicó.
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Los defensores de la eutanasia afirman que sería “más humano” suministrarle a Terri una inyección letal.
“Esto muestra el objetivo real del movimiento pro-eutanasia. A los defensores de la misma les encantaría ver morir a Terri. Ella no les interesa, sólo les importa la causa”, señala Scott.
Aunque el abogado del esposo de Terri, quien logró permiso para dar muerte a su esposa, arguye que su cliente “ama profundamente a Terri” y que “simplemente va a cumplir con la promesa que le hizo”, los hechos demuestran lo contrario.
El esposo de Terri, Michael Schiavo, convive con una mujer de nombre Jodi Centonze desde 1995 y tiene dos hijos con ella. Sin embargo, para su abogado “es duro decir que alguien, cuya esposa tiene Alzheimer o ha sufrido algún accidente, está confinado a una vida de soledad y no puede establecer nuevas relaciones. Es un juicio moral y ustedes saben que las personas tienen distintos puntos de vista”.