Según noticias que llegan de la región afectada hace dos meses por tsunamis en el Sudeste Asiático, cada vez hay más denuncias sobre la ayuda de Europa que no siempre termina en sus debidos destinatarios. Sin embargo, la asistencia enviada por mediación de las organizaciones eclesiales ha demostrado llegar siempre a los damnificados.
Según un informe enviado por el administrador apostólico de la diócesis de Galle, Mons. Terence Leanage, a la asociación Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), toda la ayuda de emergencia proveniente de esta organización ha sido recibida y ha permitido proveer de alimentos a los que perdieron todo a raíz del desastre.