El Arzobispado de Valencia inició el proceso diocesano para la canonización de la beata Josefa Naval Girbés, al producirse un milagro atribuido a su intercesión.
La agencia AVAN informó que el posible milagro consiste en una curación, científicamente inexplicable, de un joven valenciano grave, cuya familia se encomendó a la beata.
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Para recopilar toda la información necesaria, el Arzobispado formó un tribunal integrado por sacerdotes, médicos y otros peritos, de acuerdo a lo anunciado por el delegado episcopal para las Causas de los Santos del Arzobispado de Valencia, Ramón Fita.
Una vez recopilada la información y cerrados los procesos diocesanos en Valencia, se llevarán las actas a la Congregación para la Causa de los Santos en Roma en donde se evaluará todos los documentos que se presenten.
La beata Josefa Naval nació en Algemesí en 1820. Laica, fue la primera de cinco hermanos. A la muerte de su madre, cuando tenía sólo 13 años, asumió las tareas que su progenitora usualmente hacía y se dedicó a la confección de bordados.
Cuando tenía 28 años, convirtió su propia casa en una escuela-taller de bordado, donde unía la formación profesional a la espiritual. Se destacó por vivir la caridad con los huérfanos, marginados y enfermos. Fue convocada a la casa del Padre en 1893, a la edad de 73 años.