En una carta de pésame enviada por el fallecimiento de Mons. Luigi Giussani, el Papa Juan Pablo II expresó su tristeza por la partida del fundador de Comunión y Liberación y afirmó que “he admirado su fe ardiente que se traducía en un testimonio cristiano capaz de suscitar, especialmente entre los jóvenes, una acogida amplia y convencida del mensaje evangélico”.
En el documento –leído por el Cardenal Joseph Ratzinger–, el Santo Padre manifestó que “he recibido con gran emoción la noticia de la muerte del querido Mons. Luigi Giussani, tras un largo período de enfermedad que aceptó con espíritu de abandono sereno a la voluntad divina y de participación generosa en el misterio de la cruz de Cristo”.
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“Me he encontrado varias veces con Mons. Giussani y he admirado su fe ardiente que se traducía en un testimonio cristiano capaz de suscitar, especialmente entre los jóvenes, una acogida amplia y convencida del mensaje evangélico. Doy gracias al Señor por el don de su vida, entregada sin reservas, en la adhesión coherente a la propia vocación sacerdotal, en la escucha constante de las necesidades del ser humano contemporáneo y en el servicio valiente a la Iglesia”, afirmó el Papa.
El Pontífice resaltó que “su entera acción apostólica se podría resumir en la invitación franca y decidida que dirigía a cuantos a él se acercaban, a un encuentro personal con Cristo, respuesta plena y definitiva a las esperanzas más profundas del corazón humano”.
“Don Giussani propuso la ‘compañía’ de Cristo a muchísimos jóvenes, abandonando cualquier perspectiva de carrera para dedicarse a la formación de los estudiantes. Su actividad evangelizadora comenzó en los años sesenta, presentando las verdades de la fe con un diálogo abierto e incesante, con una docilidad coherente con el magisterio de la Iglesia y sobre todo con un testimonio ejemplar de vida”, añadió.
“Cristo y la Iglesia: esta es la síntesis de su vida y de su apostolado. Sin separar jamás uno de otra, comunicó a su alrededor un amor verdadero por el Señor y por los diversos Papas que conoció personalmente”, dijo el Papa.
Finalmente, el Santo Padre afirmó que “defensor de la razón del ser humano don Giussani fue un conocedor profundo de la literatura y de la música y valorizó el arte como camino que lleva al Misterio. Seguido de los adherentes al Movimiento que fundó, difundido ya en tantos países del mundo, escuchado con respeto incluso por personas de fe diversa y de responsabilidades profesionales diferentes, me gusta recordarlo como maestro de humanidad y defensor de la religiosidad grabada en el corazón del ser humano”.
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