Harold Tittmann Jr, un importante diplomático de Estados Unidos que sirvió al gobierno durante el tiempo de Pío XII, reveló en un libro póstumo que esperaba la beatificación del fallecido Pontífice.
“Ni por un momento pasé por alto sus grandes dotes espirituales”, escribe Tittmann del Santo Padre y agrega que “cerca o lejos de él, uno siempre era consciente de ellas... muy posiblemente en el futuro sea declarado santo.”
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Desde 1940 hasta 1946, Tittmann trabajó con Myron Taylor, quien fue embajador de Estados Unidos ante la Santa Sede durante el gobierno de Franklin Roosevelt.
El libro ofrece información de primera mano y evidencia suficiente para probar que las acusaciones contra el Pontífice sobre su pro-nazismo, son todas infundadas. Lleva por título “Inside the Vatican of Pius XII: The Memoir of an American Diplomat During World War II” (Dentro del Vaticano de Pío XII: Memorias de un diplomático estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial).
El texto es comentado en la revista First Things (Primeras Cosas) por William Duno Jr. y Joseph Bottum, para quienes “estas memorias deben ser el documento más importante que haya sido publicado en los últimos veinte años. Lejos de ser una acusación, constituyen una tremenda defensa del Papa Pío XII y de la Iglesia Católica.”
El libro de 224 páginas revela que las acciones del Papa Pío XII durante la guerra fueron influenciadas por la resistencia anti-nazi, que le solicitó específicamente no hacer ninguna declaración pública de condena a los nazis, por temor a generar más violencia contra los judíos.
Por ejemplo, poco antes de iniciarse la Segunda Guerra Mundial, Radio Vaticano condenó los crímenes nazis perpetrados en contra de los católicos y judíos en Polonia; sin embargo “los obispos polacos informaron al Vaticano que luego de cada emisión, sectores de la población sufrían terribles represalias. Como resultado de estos acontecimientos, el Papa ordenó que las denuncias contra los nazis dejaran de propalarse”.
“Personalmente, no puedo ayudar pero descubro que el Santo Padre ha escogido el mejor camino al callar y con ello ha salvado muchas vidas”, escribe Tittmann y lanza una pregunta: “¿Quién sabe qué hubieran hecho los nazis si hubieran escuchado las denuncias públicas provenientes de la Santa Sede?
Durante la guerra, Tittmann fue testigo de excepción de la red vaticana que ayudaba a los judíos perseguidos y pudo ver cómo Pío XII ayudaba con el dinero que tenía en una cuenta en Estados Unidos.
Para leer el comentario completo del libro y otros comentarios relacionados (en inglés), se puede acceder a esta página web: http://www.firstthings.com/ftissues/ft0404/articles/bottum.html