Un informe presentado por Cáritas Internationalis sobre la ayuda luego de la tragedia en el sudeste asiático reveló que las diversas Cáritas locales han logrado recolectar más de 63 millones de dólares en los diferentes países del mundo para asistir a las víctimas de los maremotos.
El comunicado explica que “los fondos recaudados por la red Cáritas están siendo remitidos directamente a las Cáritas de los países afectados a medida que éstas solicitan nuevas partidas para financiar los trabajos de emergencia”.
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Según el texto, Catholic Relief Services de Estados Unidos, es la que más dinero ha entregado con 25 millones de dólares, seguida de Cáritas Austria (más de 9 millones de dólares), Cáritas Española (8.8 millones); Cáritas Alemania (5.8 millones), Cáritas Inglaterra con (3.5 millones); Cáritas Suiza (1.9 millones); Cáritas Francia (1.3 millones), Cáritas Irlanda (1.5 millones); Cáritas Australia (1.2 millones), Cáritas Holanda (1.1 millones); y Cáritas Italia (812 mil dólares).
El informe precisa que aunque los países afectados por los maremotos fueron doce, la red internacional de Cáritas –integrada por 162 Cáritas nacionales de todo el mundo– ha optado por hacer frente a la emergencia en los cuatro países donde los daños humanos y materiales han sido mayores: Indonesia, India, Sri Lanka y Tailandia.
No obstante, se mantiene una postura de cercanía hacia Bangladesh y de búsqueda de información en otros lugares como Myanmar (Birmania).
Cáritas India ha conseguido llegar, a petición del Gobierno, a las zonas más remotas que el Gobierno todavía no había conseguido atender.
En Sri Lanka, existen serios riesgos para la salud a causa de la contaminación de las aguas, la polución del aire, las epidemias de tifus, diarrea, bronquitis y neumonía. En cuanto a infraestructuras, 21 mil 885 casas han quedado destruidas, más de 93 mil tienen daños y la población desplazada se concentra en 611 centros de acogida temporal.
Por ello, Cáritas Sri Lanka (SEDEC) ha organizado a unos mil grupos comunitarios en todo el país, que están federados por distritos y están compuestos, cada uno, por cientos de voluntarios y líderes comunitarios. Estos grupos cuentan con buena experiencia para trabajar en esta emergencia porque ya venían desarrollando una activa acción humanitaria con la población víctima de la guerra civil que asola al país desde hace décadas.
En Tailandia, además de las víctimas mortales entre turistas, los grupos más afectados han sido los más vulnerables: pescadores, pequeños comerciantes, personal de los servicios turísticos y allegados que visitaban a sus familiares residentes en la costa. Las necesidades actuales de la población afectada son: asistencia psicológica, bolsas para los cadáveres, comida, ropa y asistencia sanitaria, informó Cáritas.
COERR–Cáritas Tailandesa, junto con la Conferencia Episcopal Tailandesa, están llevando a cabo las primeras acciones de emergencia, en las que tienen amplia experiencia por el trabajo que desarrollan habitualmente: asistencia a víctimas de desastres naturales, acogida a refugiados que llegan de países limítrofes y acompañamiento a la población tailandesa de las áreas fronterizas afectada por el influjo de refugiados.
Cáritas Tailandia dispone de un equipo de 80 personas trabajando en todo el país. Las congregaciones religiosas en Tailandia han puesto al servicio de la emergencia a 30 religiosas durante un período inicial de 6 meses.
En Indonesia, se empiezan a registrar casos de diarrea, enfermedades de la piel y respiratorias, así como numerosos casos de trauma psicológico. Fuentes de Cáritas destacan tres problemas como principales en Indonesia: la dificultad de coordinación entre las ONG y las agencias del Gobierno; la dificultad para llegar a las zonas más afectadas y remotas, y la falta de conductores, que agravan el problema del transporte. Y finalmente, como una de las necesidades más urgentes está la atención psicológica a las víctimas, ya que hay pocas organizaciones que la están prestando.
En América, Cáritas Chile ha recaudado hasta el momento 130 mil dólares fruto de los depósitos bancarios realizados en su cuenta del Banco de Chile y de la colecta especial realizada en las parroquias del país el domingo 9 de enero. Una parte de este monto ya fue remitido a Cáritas Internacional y el resto se hará el viernes 28 de enero, último día hábil del mes.