Casi un año después del estreno mundial de La Pasión de Cristo, se reveló que la comunidad carmelita de la hermana Lucía, única sobreviviente de los pastorcitos videntes de Fátima, pudo ver la cinta en su propio convento gracias a una proyección financiada por Mel Gibson.
El último número del Boletín de Fátima reveló que la hermana Lucía concedió una entrevista a Gibson y su esposa en su convento de Coimbra, meses después de la proyección que coincidió con la Cuaresma del año 2004.
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La comunidad de religiosas de claustro pidió ver la cinta –considerando que las hermanas no pueden ir al cine- y gracias a una joven portuguesa que se puso en contacto con un amigo en Icon Productions, se organizó la proyección después de 92 correos electrónicos y muchas llamadas telefónicas.
La logística de la proyección fue complicada, debido a que las religiosas solo tienen un pequeño televisor y en aquel tiempo la película no tenía una versión en video ni en DVD.
Gibson envió una pantalla, un equipo de camarógrafos, un vocero y otros técnicos para improvisar una sala de cine en el convento.
En julio pasado, cuando Gibson llegó a Portugal para promover su película, fue recibido junto a su esposa en una entrevista privada con la hermana Lucía. La reunión se mantuvo en reserva hasta la fecha, porque el director no quiso que se le acusara de utilizar a la religiosa para promover la película.
Según el Boletín, Gibson ya había visitado Fátima en septiembre de 2003 pidiendo ayuda a la Virgen para su película.
La Madre Celina, superiora del convento, relató al boletín que Gibson fue muy amable y durante una hora respondió todas las preguntas de las religiosas sobre la cinta, varias de las cuales fueron formuladas por la hermana Lucía.