“Los candidatos a jueces que se oponen al aborto no deben ser dejados de lado para el ejercicio de sus funciones en Los Estados Unidos”, dijo el Arzobispo de Baltimore, Cardenal William Henry Keeler, ante el Senado de este país el día de ayer.
El Purpurado hizo el pronunciamiento en el marco de las futuras sesiones en las que se decidirá la aprobación de las nominaciones presidenciales de jueces federales, incluyendo posibles puestos vacantes de la Corte Suprema.
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“Nos preocupan los informes de los grupos abortistas del país, incluso de algunos senadores, que consideran a los jueces defensores de la vida como no elegibles”, dijo el Cardenal Keeler, quien es Presidente del Consejo Episcopal de Defensa de la Vida de Los Estados Unidos.
“Hemos recibido noticias acerca de las estrategias a seguir para impedir que estos jueces pro-vida sean nombrados por el pleno del Senado”, explicó el Arzobispo de Baltimore; y agregó que “están equivocados aquellos que insisten en afirmar que los candidatos a jueces deben apoyar el aborto”
“Desde cualquier punto de vista, el apoyo a la decisión de la Corte Suprema en el caso Roe vs Wade de 1973, es un parámetro erróneo y empobrecedor para determinar la idoneidad de los candidatos (a jueces)”, explicó el Card. Keeler.
La decisión Roe vs. Wade de la Corte Suprema declaró la legalidad del aborto en todos los estados norteamericanos, abriendo la puerta de la muerte a millones de niños no nacidos, por cualquier motivo y en cualquier etapa del embarazo.
“Al considerar a los nominados, el Senado no debería ceñirse a ese parámetro, que de por sí resulta injusto e irrazonable”, dijo el Cardenal.
El Purpurado mencionó también que la sociedad civil corre el peligro de encontrarse dentro de los “pobres entre los pobres” si es que los senadores se cierran a la opción de elegir candidatos probos y bien preparados, que creen en el derecho de todas las personas a la vida desde la concepción hasta su muerte natural.
los derechos de todos, nacidos y no nacidos