Una persona cargada por el remordimiento y amparada en el secreto de confesión, devolvió valiosas obras de arte sacro a una Iglesia en el estado brasileño de Minas Gerais, luego de recibir el sacramento de la Reconciliación.
La persona devolvió una valiosa imagen de San Sebastián y tres crucifijos, –algunos de ellos del siglo XVIII- a la Iglesia Matriz de Sao José da Lagoa, de donde habían sido robados 50 años atrás, según informó esta semana el diario O Globo.
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El párroco de Nueva Era, P. Eugenio Ferreira de Lima, recibió las tres piezas envueltas en papel de manos de una persona que minutos antes se había confesado ante él, por lo que no podrá revelar su nombre ni dar detalles del acto.
“La sorpresa fue enorme”, dijo el P. Ferreira, que desconocía la existencia de las piezas ya que no figuraban en el catálogo del patrimonio de la iglesia.
Sin embargo, gracias a historiadores y habitantes del lugar, el Sacerdote confirmó que la imagen y los crucifijos habían pertenecido a la parroquia.
“El valor de esas piezas es muy grande, forma parte de una tradición cultural y religiosa de la ciudad. Es muy gratificante recuperarlas”, dijo el P. Ferreira a O Globo.
Uno de los crucifijos es atribuido al artista Francisco Vieira Servas, que fuera contemporáneo del destacado escultor brasileño Antonio Francisco “Aleijadinho” Lisboa.