Ante la reapertura de la muestra blasfema en el Centro Cultural Recoleta dispuesta por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la “Fundación Argentina del Mañana” emitió un extenso comunicado en el que advierte sobre el peligro de que los católicos “nos acostumbremos a asistir, entre avergonzados e inertes, a la vejación de todo cuanto tenemos de más sagrado”.
Luego de un detenido análisis de los hechos suscitados en torno a la controvertida exposición del anciano artista anticlerical León Ferrari, incluyendo la reacción negativa del público, el retiro de auspiciadores y la decisión de una corte de suspender la muestra; la Fundación Argentina del Mañana se pregunta: “¿No estará la respuesta en lo que el conocido escritor y periodista italiano Vittorio Messori ha denominado la ‘furia anticatólica de la cultura occidental’?
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Y citando nuevamente a Messori dice: “‘El antisemitismo ha terminado pero ha sido sustituido por el anticatolicismo’, en consecuencia de lo cual, de los católicos ‘se puede hablar mal libremente (...) con los católicos se puede, es más, se les debe hacer daño’”.
Según los voceros de la Fundación, “no hay duda alguna que ese anticatolicismo es favorecido por actitudes como la adoptada por el director del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), Enrique Oteiza, quien, basándose en una peculiar interpretación de la libertad de expresión y de la creación artística, no hizo lugar a las denuncias recibidas por discriminación contra los católicos y valoró la muestra como ‘positiva’”.
“Ese anticatolicismo -dice el comunicado- también es favorecido por el retiro de imágenes de la Virgen María de edificios públicos, las reiteradas e impunes pintadas sacrílegas en el frente de la Catedral de Buenos Aires, las injurias a María Santísima y a la Religión en programas de televisión, como también por proyectos de ley que pretenden imponer la educación sexual obligatoria en los colegios públicos y privados, socavando así la sagrada institución de la familia y, al usurpar la patria potestad, abriendo las puertas a una auténtica persecución religiosa”.
pone en riesgo la continuidad de la Argentina