El Obispo de la diócesis mexicana de León, Mons. José Guadalupe Martín Rábago, reveló que la escasez de vocaciones para el clero obliga a los actuales sacerdotes a atender entre 13 mil y 14 mil habitantes cada uno.
El Prelado, que reveló que algunos de sus sacerdotes atienden incluso hasta 40 mil feligreses, señaló que “es muy urgente crear conciencia de la vocación sacerdotal”. “El hecho de que el número de aspirantes al sacerdocio no sea suficiente para atender las necesidades, hace que grandes sectores de la población queden desprovistos de la atención pastoral que se requiere”, explicó.
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“Estamos sobrecargados de trabajo y con la dificultad de poder darle un seguimiento personalizado, cercano a los diferentes sectores sociales, principalmente a la juventud que tanto lo necesita”, explicó Mons. Martín Rábago.
El Prelado explicó que el sacerdote “no solamente transforma la vida espiritual, también de la comunidad, e incluso tiene una función humanista”.
“En muchas comunidades, principalmente en la periferia, el único vínculo de congregación de unidad es la parroquia; y el párroco es el líder en la comunidad”. “Las parroquias son los centros de unificación, de humanización y transformación espiritual”, agregó.
“Queremos que en el ambiente de la comunidad haya una mayor sensibilidad para que se descubra la importancia de las vocaciones a la vida sacerdotal. Esto también se necesita. Es urgente”.
El también Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) urgió a hacer conciencia entre los jóvenes para que al llamado del Señor a la vida sacerdotal no se nieguen.
La diócesis de León tiene unos 100 seminaristas en el Seminario mayor y otros 150 en el Seminario menor.
El Prelado dijo que “la vocación surge en el seno de las familias, pero ante el problema de la desintegración familiar, la vocación no atrae el interés”.
Además, dijo que “el clima de relativismo, de hedonismo; lleva más bien a no asumir compromisos definitivos”.