La Guardia Nacional impidió el ingreso de una delegación que incluía a un representante del Episcopado Venezolano, ingresar a la sede de la embajada de El Salvador para cumplir una labor estrictamente humanitaria.
Según informó la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), “la Comisión Episcopal de Justicia y Paz, Cáritas de Venezuela y el Comité de Familiares de las Víctimas de los Sucesos de Febrero y Marzo de 1989 (COFAVIC) a petición de los familiares de los comisarios retirados de la Policía Metropolitana Henry Vivas y Lázaro Forero concurrieron a la sede de la Embajada de El Salvador, ubicada en Chuao, con el fin de cumplir con una misión de carácter humanitario dirigida a llevar tranquilidad y sosiego a las esposas e hijos de estos ciudadanos venezolanos”.
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Mons. Jorge Villasmil, en representación de la CEV, y otros representantes fueron impedidos de llegar hasta la embajada por funcionarios de la Guardia Nacional “apostados en las adyacencias de la misma” que “les comunicaron que estaba restringido el acceso a esta sede diplomática”.
Según la CEV, “el único interés de las instituciones presentes era constatar la integridad personal de los comisarios Vivas y Forero y atender el llamado estrictamente humanitario que hicieron sus familias”.
Por este motivo, piden “a las autoridades venezolanas a que todas las investigaciones de carácter administrativo, civil o penal que se realicen en el país cumplan estrictamente con las garantías judiciales mínimas establecidas en la Constitución y en los instrumentos internacionales de protección de los derechos humanos”.