En un intento por calmar los ánimos de los católicos, la Secretaría de Cultura de la Ciudad se disculpó con quien “pudo sentirse ofendido” por la polémica exhibición “artística” -financiada con el dinero de los contribuyentes- que se mofa de la fe católica, la Virgen y los santos. Sin embargo, la muestra no será retirada.
El Secretario de Cultura, Gustavo López, indicó que "no es intención" de su gestión "ofender a nadie" y consideró que las obras del ateo militante León Ferrari son “polémicas” pero no "agraviantes".
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"Una cosa es que la obra resulte polémica, que es lo que nosotros consideramos en el arte, y otra es que sea agraviante. En ningún momento nosotros pensamos en términos agraviantes", señaló en respuesta a la carta que el Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Jorge Bergoglio, dirigió a los católicos pidiendo fortaleza ante esta “blasfemia que avergüenza a nuestra ciudad”.
Para López basta con que los organizadores de la muestra adviertan con un cartel en la entrada del centro cultural que "si alguna persona por cuestiones religiosas o morales podía sentirse afectada" lo piense "antes de entrar".
La muestra fue inaugurada el martes y reúne 400 obras de Ferrari. Las piezas incluyen escenas eróticas con figuras religiosas, una Virgen en una sartén, santos licuándose, entre otras.
Blasfemia, no arte
A pesar del descargo de López y sus insistencia en que el “arte” de Ferrari no es agraviante para los católicos, los argentinos consideran que el estado sí está financiado una blasfemia con el dinero de todos.
Una encuesta realizada por el diario Infobae –que hasta el cierre de esta edición tenía cinco mil votos- revela que para la mayoría la muestra es blasfemia y no arte.
Ante la pregunta “¿Cómo calificaría usted la muestra de León Ferrari que se expone en el Centro Cultural Recoleta?”, solo el 30 por ciento la considera arte. Para el 63 por ciento se trata de una blasfemia y el 7 por ciento restante no opina.