El P. Francisco Pérez, párroco de la iglesia de Las Angustias de la localidad de Alcalá la Real, en la diócesis de Jaén, explicó que su decisión de negar la comunión a una pareja homosexual se basó en el derecho canónico y en el bien de los fieles.

El episodio, que dio lugar a una nueva ronda de ataques por supuesta “homofobia” de la Iglesia, se produjo cuando durante la Misa fúnebre oficiada por la madre de uno de los homosexuales, ambos se acercaron a recibir la comunión.

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La pareja, conocida por su militancia “gay”, fue la primera que se inscribió como homosexual en el Registro de Parejas de Hecho del Ayuntamiento de Alcalá la Real, tras un enlace celebrado hace unos meses en el propio salón de plenos del Consistorio. Ambos son conocidos en la localidad y regentan juntos una peluquería.

El P. Pérez señaló que su actuación fue “conforme al Derecho Canónico”  ya que “no les negué el sacramento por el hecho en sí de ser homosexuales, sino porque viven pública y notoriamente en una situación que no es moral para la Iglesia”.

El Párroco destacó que la Iglesia “tiene unos cánones” y “quien adopta una doctrina opuesta a la eclesiástica no puede recibir la comunión”.

Pérez señaló asimismo que su negativa a darles la comunión la hizo “con la mayor discreción posible para que el hecho no fuera tan notorio”, pero que fueron los propios homosexuales quienes  “decidieron llamar la atención” sobre el hecho.

“No hice más que cumplir con la ley de la Iglesia” y  por  tanto “tengo la conciencia muy tranquila”, aclaró el sacerdote.