El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile (CECH) llamó a los chilenos responder con justicia y espíritu de reconciliación el doloroso “Informe sobre Prisión Política y Tortura”.
El Informe, realizado por una Comisión encabezada por Mons. Sergio Valech por encargo del Gobierno, tuvo como objeto recopilar antecedentes sobre las personas que sufrieron detención política o tortura durante el régimen militar de 1973 a 1990.
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El documento ha llevado al Presidente de la República, Ricardo Lagos, a anunciar reparaciones morales y monetarias a numerosas víctimas de la tortura.
Los obispos señalan que “revivir situaciones de dolor no ha sido fácil para nadie, particularmente para quienes fueron víctimas de episodios traumáticos que les hirieron el alma de un modo severo, y que repercutieron dolorosamente en su vida familiar y social”.
“La prisión política y la tortura –destacan- produjeron un quiebre existencial de muy difícil superación en las víctimas”; y señalan que “tampoco podemos olvidar el arrepentimiento y la vergüenza de los victimarios que a veces actuaron presionados, y que a lo largo del tiempo han cargado con este gran peso en su conciencia”.
Los obispos destacan que “la mirada a nuestro pasado, confirma una verdad dolorosa de nuestra fe. Existe el misterio de la iniquidad. El ser humano, así lo ha mostrado en trances dolorosos de la historia, es capaz de volcar sus peores sentimientos y acciones contra el prójimo”.
“Nuestro pasado –agrega el documento-, visto con verdad la justicia, es un camino que nos anima a la misericordia y el perdón; para fortalecer nuestro encuentro como hijos de un mismo Padre Dios y de una misma tierra”.
Los obispos valoran “el paso que han dado las personas que han abierto su memoria y su corazón para compartir su historia dolorosa en este Informe”; a la vez que repudian “una vez más, la injusticia que han padecido y, como pastores de almas, estamos disponibles, al igual que ayer, a acogerlos y apoyarlos en su camino”.
un momento de dignidad nacional