El Presidente del Pontificio Consejo para la Familia, Cardenal Alfonso López Trujillo, recordó a los líderes mundiales los riesgos de legalizar uniones distintas al matrimonio, defendió la maternidad ante las visiones feministas radicales y aseguró que “los papeles de madre y padre son complementarios e inseparables”.
El Purpurado colombiano pronunció un discurso en la Conferencia Internacional de Doha sobre la Familia, que acabará esta tarde en Qatar con una declaración final. El tema de su ponencia fue "La complementariedad del hombre y la mujer- Aprovechar los talentos de madres y padres".
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El Cardenal López Trujillo advirtió que "en todas las culturas y religiones hay una verdad presente: la familia está basada en el matrimonio, el único lugar valioso y apropiado para el amor conyugal", con "la entrega completa y recíproca de la pareja".
Asimismo, aseguró que "el hijo, el don más precioso de Dios, es el fruto de esta entrega mutua y los esposos están asociados con Dios, fuente de la vida humana, con su masculinidad y feminidad completas. La relación amorosa entre el 'tú' y el 'yo', mediante la procreación, se transforma en 'nosotros', una familia".
Ataques contra la familia
El Purpurado denunció que "hoy una ideología hostil a la familia se difunde en algunos parlamentos, no solo de Europa, sino también de América. De hecho, en la década pasada la complementariedad entre hombre y mujer y la superación de toda oposición entre ambos sexos han sido extrañamente negadas”.
“Los abusos que derivan de una cierta especie de dominación 'machista' no son argumentos válidos para un feminismo exacerbado que considera el matrimonio y la familia como un lugar de esclavitud y la maternidad y la paternidad una carga insoportable que da miedo", indicó.
También afirmó que es "necesario oponerse a la 'sexualidad polimorfa', subrayando que "el reconocimiento de las uniones de hecho, que son una ficción legal, y proponen las uniones entre personas del mismo sexo como una alternativa al matrimonio, y la invención de nociones de matrimonio nuevas e inaceptables que llegan a proponer que se acepte la adopción de niños, son signos graves de deshumanización". Esto no es discriminar: es proteger a los esposos y a los hijos.
Padres responsables
Tras señalar que "los esposos cooperan con el amor de Dios Creador", el Cardenal agregó que "por eso, la maternidad y la paternidad responsables expresan un compromiso concreto para llevar a cabo esta tarea, que ha asumido nuevas características en el mundo contemporáneo. Los papeles de madre y padre son complementarios e inseparables; presuponen que se establezcan relaciones interpersonales específicas entre padres e hijos".
"La maternidad está estrechamente ligada a la estructura personal del ser humano y a la dimensión personal del dono. La aportación de la madre es decisiva para sentar las bases de una nueva personalidad humana. El papel del padre, que a menudo se deja de lado, es fundamental en la formación de la personalidad de los hijos y en las decisiones claves que conciernen a su futuro. La influencia recíproca del padre y de la madre se manifiesta en la complementariedad del papel materno y paterno en la educación de los hijos", indicó.
La familia, anterior al estado
En otro momento de su discurso, el Purpurado aseguró que "la familia, una sociedad natural, es anterior al estado, a cualquier organización política o institución jurídica. Por eso, la originalidad e identidad de la familia basada en el matrimonio deben ser reconocidas por las autoridades políticas".
"Nos preocupa la devaluación dramática del papel de la maternidad en nuestras sociedades. La maternidad es vida al servicio de una vocación de muchísima importancia para los individuos, la familia y toda la sociedad. Las políticas familiares auténticas deben tenerlo en consideración", señaló.
Además, subrayó "la necesidad de una mayor sensibilización acerca del papel del padre en la tarea educacional de la familia".
Finalmente, precisó que "la protección de la familia por parte del Estado coincide con los intereses reales de unos y otros. La familia es el primer lugar donde se forma a todos los niveles el capital humano: es decir, el recurso maravilloso que supone una persona educada con sentido de responsabilidad y al mismo tiempo un trabajo bien hecho. Es lo que afirma Juan Pablo II en la encíclica 'Centesimus Annus': La primera estructura fundamental a favor de la 'ecología humana' es la familia, en cuyo seno el hombre recibe las primeras nociones sobre la verdad y el bien'".