La proliferación de pandillas juveniles –conocidas en la región como “maras”- es un fenómeno “sumamente preocupante”, señaló esta semana el Obispo de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, Mons. Felipe Arizmendi Esquivel.
Varios municipios de Chiapas han sufrido episodios de violencia a raíz de la presencia de pandilleros de las maras “Salvatrucha” y “Barrio 18”, ambas de origen centroamericano.
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El Prelado comentó respecto del violento enfrentamiento suscitado entre las dos organizaciones de pandilleros el pasado sábado en Tapachula que “todo lo que sea violencia a todos nos preocupa y tenemos que ver cómo desde la familia, en la escuela, en las iglesias, en los medios informativos, en las organizaciones, atacamos la violencia de raíz”.
Mons. Arizmendi señaló que la violencia, generada por los pandilleros, “no se pude atacar sólo con más agentes policiales, sino con una mejor educación en valores desde la familia, la escuela y las iglesias”.
Hasta hace cuatro años, cuando Arizmendi Esquivel estuvo en la diócesis de Tapachula, se reportaban casos aislados de enfrentamientos entre pandilleros, pero los acontecimientos no eran "tan graves" como sucede ahora.
“Ojalá que no solamente las autoridades pongan más atención, sino toda la ciudadanía, porque lo malo es también que algunos jóvenes mexicanos se están contagiando con ese estilo de vida, y si a eso se agrega el consumo de drogas, es algo que puede causar problemas muy graves”, concluyó el Prelado.