Durante la Liturgia de la Palabra que marcó la entrega de las reliquias de San Gregorio Nazianzeno y San Juan Crisóstomo como regalo del Papa Juan Pablo II a la iglesia ortodoxa de Constantinopla, el Patriarca ecuménico Bartolomé I agradeció el gesto pontificio y expresó el deseo de la plena unidad entre las iglesias.
Bartolomé I se refirió al gesto del Papa como “un gesto fraterno de la Iglesia de la Antigua Roma que confirma que no existen en la Iglesia de Cristo problemas sin solución, cuando el amor, la justicia y la paz se encuentran en el sagrado servicio de la reconciliación y de la unidad”.
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El Patriarca expresó también su deseo de que “obedeciendo a la voluntad divina de nuestro Santo Dios en la adorada Trinidad, podamos encontrarnos de nuevo lo más pronto en la fe común de la Iglesia de un tiempo, única base para restablecer la plena comunión entra nuestras Iglesias”.