LEÓN – El P. Máximo Álvarez Rodríguez, un infatigable párroco de tres pueblos en León, explicó este lunes en una columna de opinión el verdadero papel de la Iglesia en España y lo absurdo de la obsesión anticlerical socialista.
En la columna publicada por el Diario de León, el P. Álvarez Rodríguez señala que “ya hace tiempo que nos hemos dado cuenta de que estos gobernantes no miran con simpatía a la Iglesia”; pese a que “sigue habiendo una inmensa mayoría de españoles que son católicos y la misión de la Iglesia es de servicio a la sociedad”.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El sacerdote revela que “Soy cura de tres pueblos, con unos cinco mil habitantes, en una cuenca minera, que han votado siempre de manera mayoritaria a la izquierda, primero al PCE, después al PSOE. Pero ello no impide que aún sea mayor el número de quienes se consideran católicos”.
El párroco señala que en su región “la relación con las autoridades locales, de izquierdas, es francamente buena, y su trato a la Iglesia es exquisito, de respeto y gran colaboración. No entiendo por qué a nivel nacional no ha de ocurrir lo mismo”.
“De veras que no entiendo el por qué de esta fobia, tal vez odio, a la Iglesia Católica, tanto si entendemos por Iglesia el pueblo como los curas y obispos”, confiesa el P. Álvarez Rodríguez; y recuerda que “un cura es una persona que desempeña una función al servicio de los demás”; y explica con detalles cómo la falsedad del mito que señala que “uno se hace cura por dinero”.
“Aunque sólo sea desde un punto de vista meramente humano, lo que dice la Iglesia merece un respeto. La Iglesia, entre otras cosas, es sabia. Ahora que están de moda los comités de sabios, no vendrá mal contar con ella”, agrega.
El Sacerdote leonés explica además que “nuestro objetivo no es hablar para contentar a la gente y obtener unos votos. En este sentido tenemos una libertad que ya otros quisieran para sí. Nuestra obsesión es ayudar a los demás, estar presentes allí donde hay un anciano o un enfermo, donde nos necesitan”.
“La gente con necesidades materiales, comida, ropa.... las personas con problemas, casi siempre acuden a nosotros, sea para ayudar a salir a los chicos de la droga o para buscar solución al problema de un anciano o un discapacitado... Incluso los organismos oficiales nos piden que les ayudemos a resolver muchos casos”, explica el P. Álvarez Rodríguez.
“Nos acusan de estar siempre pidiendo –añade-. Tienen razón, porque mendigamos en nombre de los más pobres de la tierra. Gran parte de la ayuda internacional al hambre y al subdesarrollo pasa por nuestras manos”.
Y respecto de la posición de la Iglesia a favor de los no nacidos, tan contestada por los socialistas, el Párroco se pregunta: ¿Acaso sólo tienen derecho a vivir los que no tienen defectos ni limitaciones? ¿Es que mete algo en el bolsillo la Iglesia por defender la vida humana desde el comienzo hasta el final? Agradecidos tenían que estar muchos en esta época en la que todo vale a una institución que tiene valor para ir contra corriente, sin importarle ser criticada, para defender valientemente la vida, sea la del no nacido o la del enfermo o anciano que ya no parece rentable. ¿Por qué llaman carca (anticuada) a la Iglesia, cuando es más progresista la defensa de la vida?”
“La Iglesia siempre fue perseguida, desde sus mismos comienzos, empezando por su fundador”, dice el sacerdote; y concluye: “lo que más me preocupa en este momento no es la situación personal de los curas, que con la gracia de Dios podremos con todo, sino el enorme daño que se le hace a la propia sociedad a la que la Iglesia trata de servir desinteresadamente”.