En una Carta Pastoral dada a conocer esta semana con ocasión del Año de la Eucaristía proclamado por el Papa Juan Pablo II, el Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, hizo un llamado para que este acontecimiento se tome como “un tiempo propicio para una intensa catequesis eucarística” y una renovación en el amor a Jesús presente en la Eucaristía.
En la carta, donde anima a los párrocos de la capital peruana a “promover el estudio y organizar algunas conferencias, cursos y talleres de reflexión”, en torno a la Eucaristía; el Purpurado exhorta también a que “este año pongan especial cuidado en la Catequesis de Primera Comunión”, porque “la niñez es tiempo muy apto para sembrar la semilla del Evangelio y para suscitar las primeras grandes vivencias religiosas”.
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“Si aviváramos la celebración y la asistencia a la Misa dominical, junto con la adoración eucarística fuera de la Misa, este Año de gracia habría conseguido un resultado significativo”, dice también la Carta.
Según el Cardenal primado, el Año de la Eucaristía, será también “una extraordinaria ocasión para que descubramos con nueva fuerza el sentido del domingo: su misterio, el valor de su celebración, y su significado para la existencia cristiana y humana”.
“Aprovechemos el presente año para ayudar a que cada bautizado descubra que la Misa dominical es el centro del día domingo, y que ella constituye, un deber irrenunciable, que se ha de vivir no sólo para cumplir un precepto, sino como una necesidad de una vida cristiana verdaderamente consciente y coherente”, agrega.
La digna Celebración de la Misa
Para ello, el Purpurado exhorta a los sacerdotes de la Arquidiócesis de Lima “a que velen para que la celebración de la Santa Misa, sea siempre digna, solemne y llena de reverencia, teniendo presente que ‘el banquete eucarístico es verdaderamente un banquete ‘sagrado’, en el que la sencillez de los signos contiene el abismo de la santidad de Dios’”
“Tratemos la Eucaristía con el máximo respeto –continúa-. ‘Dios está aquí’, como cantamos en un himno eucarístico muy querido por todos nosotros. Por ello fomentemos y testimoniemos, con nuestra voz, gestos, movimientos, comportamiento, y momentos de silencio, tanto en la celebración de la Santa Misa como en el culto eucarístico fuera de ella, la viva conciencia de la presencia real del Señor en este augusto sacramento”.
El Cardenal Cipriani exhorta además a promover el culto eucarístico en ejercicios de piedad tales como:
· La Visita al Santísimo Sacramento.
· La Exposición del Santísimo Sacramento.
· El Jubileo de las 40 Horas.
· La Hora Santa.
· La Adoración del Santísimo y Rezo del Santo Rosario.
La adecuada preparación
La Carta recuerda también la importancia de prepararse convenientemente para recibir el Sacramento.
“Quien tiene conciencia de estar en pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación antes de acercarse a comulgar”; además, “para preparase convenientemente a recibir este sacramento, los fieles deben observar el ayuno prescrito por la Iglesia”.
“También será muy recomendable ayudar a que nuestros fieles recuperen aquella piadosa costumbre de prepararse para la Santa Misa y el momento de la Sagrada Comunión a través del rezo de alguna oración eucarística”.
El Arzobispo pide además organizar la fiesta del Corpus Christi de este año con gran solemnidad, y recuerda que el próximo año 2005, la Solemnidad del Corpus Christi se celebrará el domingo 29 de Mayo.
“Vuelvo a pedirles a los sacerdotes de mi Arquidiócesis, que en todas las Parroquias, Capellanías, Iglesias, y Santuarios, se fijen de manera pública y estable horarios de confesiones, que ofrezcan a nuestros fieles las máximas facilidades posibles para confesarse”, agrega la Carta.
María y la caridad
Finalmente “si queremos redescubrir en toda su riqueza la íntima relación que une a la Iglesia con la Eucaristía, no podemos olvidar a Santa María, Madre y Modelo de la Iglesia”, dice la Carta; a la vez que exhorta a que el presente Año de la Eucaristía sea “ocasión para que testimoniemos a Cristo con actos de caridad concreta.
caminos concretos de servicio y caridad