El Arzobispo de Corrientes, Mons. Domingo Castagna, aseguró que en una recta concepción de la Iglesia "no encajan los términos políticos de 'progresistas' y 'conservadores'".
"No entenderla desde su innegable dimensión de fe deriva en un manoseo irrespetuoso y deformante de su identidad", aseguró el Prelado en su reflexión radial semanal.
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Asimismo, Mons. Castagna señaló que "actualizar es revitalizar sobre la base de los valores perennes", y sobre esa base se renovó la Iglesia tras el Concilio Vaticano II.
Sin embargo, reconoció que "no todos lo hayan entendido debidamente, por lo que se ha producido una peligrosa oscilación entre conservadurismo rígido y paralizante, y el 'borrón y cuenta nueva' del progresismo irresponsable y sin fronteras".
El Arzobispo correntino insistió en que "no es bueno que, quienes deben hacerlo, dejen de recordar la vigencia de los valores permanentes", porque "el viento estridente de los cuestionamientos provoca temor, hasta inseguridad, en quienes están envueltos en la tormenta".
Mons. Castagna advirtió que “acallar la verdad evangélica porque no será comprendida, o molestará a los poderosos, procede de un peligroso enfriamiento de la fe”. Una Iglesia, aseguró, “tibia en la fe no despierta controversias, pero tampoco es referencia clara para la conversión”.
Más adelante, el Arzobispo declaró ser el momento de “reencender las calderas y retomar la misión encomendada por el Señor resucitado. El mundo tiene derecho a saber que quien vino a salvarlo está presente. Necesita escuchar su palabra y, particularmente, recibir su gracia.
Juan Pablo II, modelo de fidelidad
Mons. Castagna destacó la figura del Papa Juan Pablo II que "con su cuerpo debilitado por la enfermedad se constituye en modelo heroico de perseverancia y fidelidad a su difícil ministerio. Los pastores, ante su ejemplo, debemos aprender a no hacer caso al clamoreo de la oposición sistemática a la Verdad que debemos ofrecer a todos”.
Al finalizar su participación, el Prelado señaló que el Santo Padre “mantiene, con formidable entereza y fidelidad, el mensaje que no tolera ser distorsionado por los ideólogos de moda”.
“No se siente con derecho -no ha cesado de reiterarlo en su lúcida enseñanza- a modificar lo inmodificable del Depósito revelado que ha recibido para custodiar y ofrecer. Los intelectuales honestos lo entienden aunque no estén en condiciones de compartirlo", concluyó.