El Arzobispo de Toledo, Mons. Antonio Cañizares Llovera, señaló que sus intervenciones públicas en contra de la eutanasia constituyen un "deber ineludible" por enseñar la verdad y servir auténticamente a la sociedad.
Según el Primado de la Iglesia en España, se trata de demostrar al pueblo cristiano "cuál es la verdad de la fe y la moral cristiana” y de servir a la sociedad, porque "si yo callase, iría en contra de esta sociedad" y del hombre.
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En sus declaraciones a la prensa, Mons. Cañizares Llovera indicó que las medidas de legalización previsibles como las relativas a la eutanasia, la ampliación de supuestos que permitan el aborto, la manipulación de embriones, "no es apostar por el hombre".
Al respecto, el Arzobispo, señaló que respeta la aconfesionalidad del Estado, pero consideró que ésta supone también "el respeto a todas las confesiones y creencias", y por tanto, también a la Iglesia Católica, que a veces parece, indicó, que es "la única que no puede hablar".
“Bautizo civil”: una estupidez radical
De otro lado, y preguntado por su opinión sobre la celebración de lo que algunos han llamando “bautizos civiles” este fin de semana en Cataluña, el Arzobispo dijo que "es una estupidez radical llamar a eso bautizo". Si hay una inscripción, señaló, y se le quiere dar solemnidad, se puede hacer, "como si quieren hacer un baile", pero eso no es un bautizo, recalcó.
Este domingo el ayuntamiento de Igualada acogió la primera “ceremonia de imposición de nombre” a un pequeño de la localidad. En el acto –herencia de la antirreligiosa Revolución Francesa-, el alcalde leyó dos fragmentos de la Carta de los Derechos Humanos de los niños en la ONU, así como un capítulo de la Constitución española referente a la educación, con el objetivo de dar la bienvenida a los niños en los principios democráticos.