Una imagen de mármol de seis metros de altura de la santa ecuatoriana Mariana de Jesús estará a partir del próximo mes de marzo en la fachada posterior de la Basílica vaticana de San Pedro.
La imagen de "la Azucena de Quito", como se le conoce a Mariana de Jesús, estará junto con la de la santa chilena Teresa de los Andes. De esta manera, solo Ecuador y Chile son hasta el momento los dos únicos países latinoamericanos que tienen sus respectivas santas nacionales en aquel lugar.
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El artista ecuatoriano residente en la ciudad italiana de Carrara, Mario Tapia, ya tiene avanzada la escultura de la imagen, una vez que una comisión de expertos aprobara su modelo en arcilla hace más de un año.
En mayo de 2003 el embajador de Ecuador ante la Santa Sede, Marcelo Fernández de Córdova, comenzó las gestiones formales ante el presidente de la Pontificia Comisión para los Bienes Culturales de la Iglesia, Cardenal Francesco Marchisano.
En la fachada posterior de la Basílica vaticana están colocadas 14 estatuas de santos, entre ellas santa Brígida de Suecia, santa Catalina de Siena y la española María Josefa del Corazón de Jesús.
Santa de la caridad y la reconciliación
Santa Mariana de Jesús Paredes y Flores nació en Quito en 1618 y quedó huérfana y al cuidado de sus hermanas a la edad de siete años.
Si bien no ingresó a ninguna orden religiosa, consagró su vida a la práctica de la caridad cristiana y a la reconciliación entre las personas.
Cuando aún no había cumplido los 27 años de edad ofreció su alma a Dios a cambio de que cesaran los terremotos en la capital ecuatoriana, muy frecuentes y violentos en aquella época, cayendo enferma y falleciendo poco después.
Santa Mariana de Jesús fue elevada a los altares en 1946 por el Papa Pío XII.