Dos cardenales argentinos compartieron sus sensaciones en este momento histórico y, aunque recordaron que al cónclave “lo maneja Dios”, anhelan que el sucesor de Francisco “siga este camino” de llevar el Evangelio a las periferias y estar cerca de la gente.
Se trata del Arzobispo de Santiago del Estero y Primado de Argentina, Cardenal Vicente Bokalic; y el Arzobispo de Córdoba, Cardenal Ángel Rossi, presentes en Roma con ocasión del funeral del Papa Francisco y del cónclave que comenzará en poco más de una semana.
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El Cardenal Bokalic reconoció que, pese al dolor por despedir al Pontífice, hubo algo de alegría en la gente que “acompañó hermosamente la celebración”, que “hizo suyo ese mensaje del Papa Francisco”, haciendo brotar aplausos, “signo de aquello que ha sembrado Francisco, y ha quedado profundamente en el corazón del pueblo, no de algunos, de toda la gente”.
El Cardenal Rossi, por su parte, destacó a Francisco “cómo un hombre de Dios puede aglutinar al mundo entero”.
El también jesuita relató que “mientras estaba en Misa me acordaba su presencia en un cuartito al lado del patio, allá en en el convento de la Compañía”, en referencia a sus años como jesuita en Córdoba, Argentina, cuando Bergoglio era “totalmente anónimo”.
“Y de golpe ver esto, hay una especie de contraste casi lógico, porque uno dice: qué locura esto del Evangelio, la fuerza de la bondad, la fuerza de quien se animó a vivir el Evangelio”, reflexionó
Durante la Misa de exequias, señaló el purpurado, “la graduación de los aplausos daba cuenta de la graduación de la importancia de los temas, y el mayor aplauso se lo llevó la necesidad de la paz. La paz fue, digamos, el aplauso más fuerte, por lo tanto el pueblo fue sintiendo lo que había en el corazón del Papa, especialmente en sus últimos tiempos”.
Sobre el cónclave que comenzará el 7 de mayo, el Cardenal Bokalic aseguró que es para él “un mundo desconocido”, y que de los más de 130 cardenales conoce “pocas caras, por las fotos”. Por eso, consideró que “la primera tarea va a ser, un poco, conocernos”.
“Lo que nos ha dejado el Papa Francisco es muy clarito. Hacia dónde queremos caminar, y lo que quizás el mundo espera hoy día”, manifestó, refiriéndose especialmente a la cercanía, a llevar el Evangelio a las periferias y estar cerca de la gente.
“Creo que por ahí pasa, ¿no es cierto? Es decir, que la gente pueda comprender el lenguaje del Evangelio hoy, ¿no? Como lo hizo Francisco. Es una de las cosas que me parece que vamos a tener que pensar en aquel que va a suceder a Francisco”, sostuvo.
“Ojalá que podamos, nosotros, encontrar a esa persona que siga este camino”, concluyó.
En contacto con otros cardenales, el Arzobispo de Córdoba observó que “por un lado había mucho dolor, por otro lado también una sana esperanza”.
“Una esperanza linda, aun en medio de las contradicciones, aun también frente a la realidad, sabiendo que a veces también el diablo mete la cola, también en quienes piensan distinto, pero por encima de todo una experiencia de esperanza, una experiencia de que esas cosas las maneja Dios”.
“Finalmente, aun en medio de nuestras humanidades —digamos así— la certeza de que por encima de todo Dios señorea estas cosas, por encima de nuestras virtudes y de nuestras miserias”, cerró el Cardenal Rossi.
“Recen por nosotros”, pidió el Cardenal Bokalic.