Con un informe publicado este lunes en Londres, la Comisión Lambeth advirtió el peligro de divisiones en el seno de la comunidad anglicana debido a las opiniones divergentes sobre la homosexualidad, al tiempo que reclamó a la comunidad estadounidense pedir perdón por haber ordenado a un obispo homosexual.
La comisión, formada hace un año al término de una reunión del sínodo de la comunidad anglicana en Londres, tenía el propósito de hacer una reflexión teológica sobre el caso de Gene Robinson, un homosexual declarado que fuera consagrado obispo de New Hampshire (Estados Unidos) en noviembre de 2003.
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El informe “Windsor” pidió a todas las iglesias anglicanas del mundo que firmen un acuerdo sobre sus creencias, así como la petición a la iglesia Episcopal Americana que presente sus disculpas por el daño causado por la ordenación de Robinson.
A pesar de que el reporte pidió a los cincuenta obispos que asistieron a la consagración de Robinson que se disculpen, puntualizó que no deben ser expulsados de la comunión anglicana.
Por su parte, el presidente de la comisión, el arzobispo primado irlandés Robin Eames, declaró que “sigue habiendo un peligro muy real y no queremos ignorarlo”. Por ello el documento pidió una moratoria en la ordenación de candidatos homosexuales. Así, pidió explicaciones a la confesión anglicana, conocida en Estados Unidos como “episcopaliana” sobre “cómo una persona viviendo en una unión del mismo género puede considerarse adecuada para llevar la palabra de Cristo”.