El testimonio de seis “santas que hicieron lío” fue el eje de un conversatorio que se llevó a cabo en el auditorio de Pastoral de la Universidad Católica de Chile, con el propósito de reflexionar sobre el papel de la mujer en la Iglesia y en la sociedad.

La actividad tuvo dos entregas en las últimas semanas de marzo, mes de la mujer, y se dedicó a explicar, a través de vidas ejemplares de seis santas europeas y latinoamericanas que desafiaron las normas de su tiempo, de qué manera el “genio femenino” puede ser puesto al servicio de Dios.

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La primera jornada estuvo centrada en tres mujeres que marcaron la historia del cristianismo en Europa.

En primer lugar, Santa Hildegarda de Bingen, religiosa benedictina del siglo XII, teóloga, médica y compositora, reconocida por su sabiduría y visión profética.

“Hildegarda de Bingen fue una mujer visionaria que desafió las normas de su tiempo. Se separó de los monjes benedictinos para fundar su propio convento de monjas y, sin conformarse, estableció un segundo convento. Su determinación y capacidad de gestión en el siglo XII fueron extraordinarias, marcando un hito en la historia monástica femenina”, explicó Gina Allende, profesora titular del instituto de música UC y de la Universidad Católica de Valparaíso, en su disertación.

La vicedecana de la Facultad de Teología UC, Haddy Bello, abordó luego la vida de Edith Stein, filósofa y Carmelita Descalza, una intelectual que se convirtió del ateísmo al cristianismo, y una de las grandes pensadoras del siglo XX. 

Su obra abordó la fenomenología, la educación y la dignidad de la mujer. Como Carmelita Descalza, asumió su fe con radicalidad, denunciando la persecución del pueblo judío hasta su martirio en Auschwitz. 

“Edith Stein nos invita a seguir su ejemplo de fidelidad a las convicciones. Fue contra todo, incluso contra su familia y su entorno, para ser consecuente con su llamado. Denunció la discriminación contra la mujer y el pueblo hebreo, llegando incluso a escribir al Papa Pío XI sobre la persecución nazi. Su compromiso la llevó hasta el martirio en Auschwitz, abrazando la Cruz como camino de salvación”, precisó la vicedecana.

El P. Juan Ignacio Ovalle, párroco de San Luis Beltrán en Pudahuel, por su parte, profundizó en la espiritualidad de Santa Teresa de Lisieux, basada en la “pequeña vía” de confianza y abandono en Dios, que revolucionó la comprensión de la santidad. 

En sus breves años de vida, supo dar un testimonio que hoy sigue inspirando a millones en la búsqueda del amor, la sencillez y la entrega total a la voluntad de Dios. En ese marco, el sacerdote destacó la profundidad de su misión y su llamado a vivir la fe con alegría y confianza.

La segunda jornada del conversatorio puso la mirada sobre tres mujeres clave en la espiritualidad cristiana en Latinoamérica: María Antonia de Paz y Figueroa, más conocida como Mama Antula, nacida en el territorio donde hoy se encuentra Argentina; Laura Montoya, primera santa colombiana; y Sor Teresa de Los Andes, la primera santa chilena.

En cuanto a Mama Antula, Sofía Brahm, socióloga de la Pontificia Universidad Católica de Chile y editora de la Revista la catalogó como una mujer valiente y adelantada a su tiempo, que asumió la misión de continuar la labor de los jesuitas tras su expulsión, promoviendo los Ejercicios Espirituales de San Ignacio.

En el camino a la santidad enfrentó rechazo, prejuicios y hasta la acusación de brujería, pero su determinación la llevó a expandir la espiritualidad ignaciana y ser reconocida como santa.

Carmen Elena Villa, periodista y directora de la revista Diálogos de la Pastoral UC, se refirió a Santa Laura Montoya, incansable misionera, cuyo mayor anhelo fue evangelizar a los pueblos indígenas de Colombia, enfrentando innumerables obstáculos y llegando a fundar la Congregación de las Hermanas Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena. 

Su vida estuvo marcada por la lucha hacia las comunidades más olvidadas de su país, por la defensa de los más vulnerables y por su humanización, haciéndoles ver el tesoro del cristianismo. 

La vida de Santa Teresa de los Andes fue abordada por Alexandrine de la Taille, Doctora en Historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Profesora asociada del Instituto de Historia, Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de los Andes.

La primera santa chilena es modelo de devoción y entrega radical a Dios. Desde joven, experimentó un profundo enamoramiento por Cristo, lo que la llevó a vivir su vocación con pasión y dedicación, mediante una vida de oración, sacrificio y amor por la Santísima Virgen.

En su ponencia, De la Taille profundizó en su capacidad para compartir esa fe en todo momento y lugar, convirtiéndola en un ejemplo para todos: “Su enamoramiento por Cristo la llevó a entregar su vida completamente a Él, compartiendo su fe en cada momento y lugar”.