El P. Johan Verschueren, autoridad de los jesuitas en Roma, calificó como “deber moral” el proceso de sanación ofrecido por la Compañía de Jesús a las presuntas víctimas del sacerdote Marko Rupnik, acusado de abusos sexuales, psicológicos y espirituales contra numerosas religiosas durante décadas.

La oferta se produce después de que el Papa Francisco levantara la prescripción del caso Rupnik en octubre de 2024. 

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

Los jesuitas han extendido una invitación abierta a las víctimas para participar en un proceso de reparación, permitiéndoles expresar sus necesidades y cómo la orden puede ayudarlas. 

“Conociendo las denuncias en todos sus dolorosos detalles, comprendimos que esto era nuestro deber moral”, afirmó a ACI Prensa el sacerdote, actual consejero general y delegado para las Casas y Obras Interprovinciales de la Compañía de Jesús en la capital italiana.

El P. Verschueren, que fue superior de Rupnik, mencionó que habló con dos víctimas, quienes consideraron que ofrecer un proceso de reparación sería un paso adecuado. Sin embargo, admitió que no estaba claro qué enfoque sería el más efectivo, por lo que decidieron tomar tiempo para determinar el mejor curso de acción.

La autoridad jesuita indicó que esperaban que la investigación del Vaticano concluyera en aproximadamente seis meses y que aguardaron porque consideraban valioso conocer el dictamen del Tribunal Eclesiástico sobre las responsabilidades legales antes de proceder.

No obstante, precisó que “en el punto en el que nos encontramos ahora, ya está claro cómo extender nuestra mano”, al tiempo que aseveró que sería “inmoral esperar más para dar este paso”.

El P. Verschueren subrayó también la importancia de que las víctimas sean las protagonistas de este proceso, enfatizando que “es su historia, su dolor, sus preguntas”. 

Si bien las cartas no se hicieron públicas por respeto a las presuntas víctimas, Laura Sgrò, abogada de las mujeres, afirmó que las presuntas víctimas agradecen al P. Verschueren por “reconocer los errores cometidos hasta ahora” y por haber “acogido y abrazado finalmente a las víctimas de Marko Rupnik, ofreciéndoles el apoyo que les había faltado hasta ahora”.

En las cartas, Verschueren habría lamentado que Rupnik no hubiera asumido públicamente la responsabilidad de sus actos ni se hubiera arrepentido. De hecho, el sacerdote y artista conocido mundialmente por sus mosaicos aún no se ha pronunciado ni defendido su inocencia.

¿Aceptación implícita de culpabilidad?

En cuanto a la cuestión de si este gesto hacia las víctimas implica una aceptación de culpabilidad, el P. Verschueren prefirió no responder, destacando que son ellas quienes “tienen el derecho de escucharlo directamente de nosotros, no a través de la prensa”.

“Son libres de hablar con quien deseen, sobre lo que deseen. El tiempo ha demostrado que esto ya no es la historia de otros, tiene que convertirse en su historia. La reparación, en primer lugar, significa que ellas se conviertan en las directoras de sus historias y del proceso de sanación”, concluyó.

Sobre las últimas novedades del “caso Rupnik”, el Cardenal Víctor Manuel Fernández informó en una entrevista a fines de enero que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe había terminado de recopilar información, realizado una primera revisión y estaba trabajando para formar un tribunal independiente para el procedimiento judicial penal.

A la pregunta de si la fase de investigación había concluido, el purpurado respondió en declaraciones a los medios en Roma que “hay que encontrar jueces con ciertas características”, que serán “ajenos al Dicasterio y harán el trabajo y concluirán”.