Las andanzas de Michelangelo Merisi (1571-1610), el Caravaggio, estuvieron ligadas al contexto religioso de Roma desde sus inicios como pintor.
El Jubileo ordinario de 1600, bajo el papado de Clemente VIII, fue un impulso fulgurante para su carrera.
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Aquel año, recibió su primer encargo público para la Capilla Contarelli en la iglesia de San Luigi dei Francesi (San Luis de los Franceses de Roma), donde pintó la célebre serie sobre San Mateo: “La vocación de San Mateo”, “San Mateo y el ángel” y “El martirio de San Mateo”.

“Fue un momento crucial para Caravaggio. A partir de ese encargo, su éxito creció exponencialmente y su estilo empezó a influir en toda una generación de artistas”, explica Thomas Clement Salomon, uno de los tres comisarios de la exposición Caravaggio 2025, organizada por el Palacio Barberini, del que es director, y las Galerías Nacionales de Arte Antiguo.
La extraordinaria retrospectiva, que acogerá hasta el próximo 6 de julio, 24 obras suyas, incluyendo dos cuadros inéditos, “Retrato de Maffeo Barberini” y “Ecce Homo”, expuestos en el Museo del Prado de Madrid y descubiertos hace sólo unos años, es en este sentido una suerte de homenaje al Año Santo.

“El Jubileo es un momento especial para Roma, y Caravaggio es un artista que tiene una conexión muy fuerte con la ciudad”, explica Clement Salomon a ACI Prensa.
De hecho, la exposición representa también un regreso simbólico del artista a la ciudad que marcó su destino. “Aunque nació en Milán, Roma fue su verdadero hogar. Aquí alcanzó el éxito, aquí tuvo sus mecenas más importantes y aquí dejó una huella imborrable”, enfatiza el director.

El recorrido de la muestra se articula en cuatro secciones, cubriendo su entera vida artística que comprende unos 15 años, desde su llegada a Roma, en torno a 1595, pasando después por Nápoles, Sicilia y Malta, hasta su vuelta a Roma y muerte en Porto Ercole en 1610.
Concebida como parte de los eventos culturales del Jubileo de la Esperanza, la exposición es también una oportunidad única para apreciar la predilección de Caravaggio por la realidad, lo que lo convirtió en uno de los preferidos por la Iglesia católica para dar a conocer el acontecimiento cristiano.

“Fue el primer pintor que pintó lo verdadero, no lo bello. Rechazó el idealismo renacentista y optó por pintar modelos reales: amigos, amantes, gente del pueblo”, afirma el comisario.
Este realismo extremo, sin embargo, no estuvo exento de polémica. En varias ocasiones, sus obras fueron rechazadas por los mecenas o la propia Iglesia católica por su crudeza. “Cuando pintó La muerte de la Virgen para Santa Maria della Scala, la iglesia se negó a aceptarla porque, según se decía, había usado como modelo a una prostituta fallecida”, recuerda el director.
En todo caso, el género religioso cobra especial intensidad en su obra. Basta darse un paseo por la iglesia de San Luigi dei Francesi (San Luis de los Franceses de Roma) y detenerse ante los tres lienzos sobre San Mateo pintados por el artista para entender el misterio de la fe cristiana.
“Es un artista que, a través de su pintura, nos permite entrar en la escena que representa. Es un puente entre la historia sagrada y el espectador. Su forma de iluminar los episodios evangélicos hace que los vivamos con intensidad”, señala el experto. Un ejemplo de esto es la obra “San Francisco en éxtasis”, primer ejemplo de obra religiosa del artista en Roma.

Las obras creadas específicamente para esta iglesia y las de Santa Maria del Popolo (Santa Maria del Pueblo) no forman parte de la exposición. “No hemos pedido préstamos a las iglesias porque sería desnaturalizar su función”, aclara Clement Salomon, quien asegura que, en todo caso, hay una guía dentro de la exposición que indica a los peregrinos el itinerario ideal para descubrir la profunda espiritualidad de las obras de Caravaggio.

Su agitada vida personal ha contribuido a la imagen de artista atormentado. De carácter impulsivo, Caravaggio se vio envuelto en numerosas disputas, la más grave de ellas el asesinato de Ranuccio Tomassoni en 1606, que lo obligó a huir de Roma. “Después de ese episodio, su pintura cambia. Se vuelve más oscura, más introspectiva, como si su propio tormento personal se reflejara en sus obras”, explica el experto.
Ejemplo de ello es “La captura de Cristo”, cedida para la exposición de Caravaggio 2025 por la Galería Nacional de Dublín. “Es una pintura impresionante. Te sientes como si estuvieras dentro de la escena, viendo a Judas traicionando a Jesús. Caravaggio incluso se autorretrata en la obra, iluminando la escena con una linterna. Es un testimonio de su genialidad narrativa”, manifiesta Clement Salomon.

Si bien Caravaggio pasó la mayor parte de su vida en Roma, sus obras hoy están dispersas por todo el mundo, desde Nueva York hasta Londres. En este sentido, conseguir los préstamos para esta muestra ha supuesto un reto. “Traer un Caravaggio es como lograr una extradición”, bromea el director. “Cada cuadro vale cientos de millones de euros, y son las joyas de las colecciones que los albergan. Los museos no quieren desprenderse de ellos ni siquiera temporalmente”, explica Clement Salomon.
A pesar de estas dificultades, la exposición cuenta con obras procedentes de importantes instituciones como el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, el Museo de Detroit, el Museo de Kansas City y de colecciones privadas que rara vez permiten acceso a sus obras. “Es una oportunidad única para ver estos cuadros juntos y establecer comparaciones inéditas”, afirma el comisario.

Nuevos descubrimientos y debate científico en torno a su obra
Otro de los objetivos de Caravaggio 2025 es actualizar el conocimiento sobre el artista. “La datación de sus cuadros sigue siendo un tema de debate”, explica el director. “Por ejemplo, “Ecce Homo”, que se creía pintado en Roma, podría haber sido realizado en su etapa napolitana. La exposición nos permitirá analizar su estilo y técnica en detalle”, añade.
Este descubierto en Madrid, fue efectivamente pintado en Nápoles (1606-1609), y en la exposición ha sido colocado junto a una de las obras maestras de Caravaggio, “La flagelación”.

Así, otro hallazgo reciente es el “Retrato de Maffeo Barberini”, futuro Papa Urbano VIII, que se exhibe al público por primera vez. “Es una obra maestra indiscutible, pero también hemos incluido otro retrato atribuido a Caravaggio que sigue generando controversia entre los expertos. Queremos que la muestra sirva como foro de discusión científica”, menciona el experto.

Además, Caravaggio 2025 cuenta con otras obras excepcionales, como “La conversión de Saulo”, una versión anterior de la famosa pintura de Santa Maria del Popolo, que proviene de la colección Odescalchi. “Es una oportunidad única para ver esta obra maestra, que normalmente no está accesible al público”, concluye.
