Anoche miles de peregrinos acompañaron una multitudinaria procesión del Santísimo Sacramento por las calles de Guadalajara, como parte de las celebraciones del Congreso Eucarístico Internacional.
Una monumental custodia de plata con acabados de oro y jade, de dos metros de alto y visible a varios kilómetros, protegió el Cuerpo de Cristo.
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Desde muy temprano los peregrinos se apostaron a lo largo del recorrido, que comenzó con una Misa en la avenida Vallarta, siguió en la Glorieta Minerva y concluyó en la Plaza de la Liberación, en el Centro Histórico de la ciudad, entre cantos y oraciones.
El coro del Seminario Menor acompañó la Misa con cantos en latín. El Cardenal japonés Stephen Fumio Hamao celebró la Eucaristía y llamó a los fieles a “amarse unos a otros”.
El Purpurado señaló que “debemos aprender a obrar para con los demás, como Jesús lo ha hecho. Jesús se acerca a los enfermos, a los abandonados, a los pecadores, sin tratarlos jamás como personas ya condenadas, sino dándoles la esperanza de levantarse”.