1.200 fieles procedentes de diferentes regiones de Bruselas (Bélgica) participaron en una “peregrinación de esperanza” que unió las dos iglesias jubilares de la capital belga: la catedral de San Miguel y Santa Gúdula y la basílica de Koekelberg.
La peregrinación del 23 de marzo, realizada en el marco del Jubileo de la Esperanza, estuvo presidida por Mons. Luc Terlinden, presidente de la Conferencia Episcopal Belga.
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“Un peregrinaje es la ocasión de volver a nuestras raíces, a nuestro bautismo, que es nuestra mayor fuente de esperanza. Hoy, vivamos esta jornada en unión con nuestros catecúmenos”, señaló el Arzobispo de Malinas-Bruselas, según informó la prensa local.
Los peregrinos iniciaron el recorrido desde la catedral de Bruselas y, tras una oración conjunta y la bendición de Mons. Terlinden, caminaron 5 kilómetros hasta el otro templo jubilar de la ciudad, la basílica nacional del Sagrado Corazón de Koekelberg.
Además, durante el trayecto los participantes fueron invitados a reflexionar sobre el Evangelio de la buena samaritana. La peregrinación concluyó con una Misa en la basílica de Koekelberg presidida por el Arzobispo Terlinden, quien animó a los presentes a conocer en Jesús “a Aquel que puede colmar los deseos” más profundos.
Las familias y católicos de diferentes generaciones mostraron la diversidad de esta Arquidiócesis, que extiende su jurisdicción sobre la provincia del Brabante Flamenco, la provincia del Brabante Valón, y la región de Bruselas-Capital, además de ocho municipios de la provincia de Amberes, que constituyen la mayor parte del distrito de Malinas
Con esta experiencia, los peregrinos pudieron vivir la esperanza “de forma tangible” y mostraron su entusiasmo frente a otras iniciativas futuras que se realizarán en el marco del Año Santo.