El político católico italiano y amigo personal del Papa Juan Pablo II, Rocco Buttiglione, descartó su renuncia a la candidatura para ocupar el cargo de comisario de justicia en la Comisión Europea pero aseguró que si debe escoger entre su labor pública y su fe, optará por esta última.
Buttiglione sufre una dura persecución por parte de los socialistas europeos que exigen al presidente de la Comisión, el portugués Durao Barroso, lo retire del eventual cargo, debido a su fe católica, su defensa de la vida y oposición a leyes que redefinan el matrimonio.
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El valiente político ha sido acusado de homófobo por considerar que las relaciones homosexuales son pecaminosas.
En declaraciones a la BBC, Buttiglione aseguró que no renunciará “porque creo que es mejor para el Parlamento Europeo y para Europa tener un hombre de conciencia”, pero aclaró que “si me van a discriminar por católico, prefiero ser un católico”.
El italiano señaló que “si me amenazaran con cortar la cabeza por mis creencias, no sé si me alcanzaría mi fe, pero tengo fe suficiente para renunciar a mi trabajo en la comisión, si eso fuera necesario”.
El presidente del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo, Martin Shultz, amenazó con rechazar la nueva Comisión Europea (CE) el próximo 27 de octubre si Buttiglione es designado comisario. Previamente, los sectores de izquierda y liberales de la UE, llevaron el caso ante el Comité de Libertades Civiles, donde la candidatura de Buttilgione fue cuestionada por 27 contra 26 votos.
El Comité de Libertades Civiles solamente puede aprobar o rechazar en bloque los nombramientos propuestos por Barroso, pero la tendencia dominante en el Comité quiere presionar para que Buttiglione sea eliminado del equipo. Por su parte, Barroso ha declarado que no retirará a Buttiglione.