La Catedral de San Patricio de Banmaw, en Myanmar, quedó reducida a cenizas el domingo 16 de marzo, vísperas de la fiesta litúrgica del patrono de Irlanda, después de que la junta militar que gobierna el país realizara operaciones militares en la zona.

“Este trágico episodio se suma a la destrucción previa de otras infraestructuras eclesiales en la Diócesis de Banmaw. El pasado 26 de febrero, un incendio ya había arrasado la casa del sacerdote, el edificio de tres plantas donde se encontraban las oficinas diocesanas y la escuela secundaria”, informa la agencia vaticana Fides

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La Diócesis de Banmaw fue creada en 2006 y se encuentra en una región montañosa de la frontera con China. Es dirigida por el Obispo Raymond Sumlut. Antes de la intensificación de la guerra en Birmania, la diócesis estaba habitada por más de 407.000 personas, de las cuales 27.000 eran católicos bautizados.

Este incidente se suma a uno de naturaleza similar, ocurrido en febrero de 2025, cuando la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en Mindat resultó gravemente dañada por los ataques aéreos del régimen militar de Myanmar en Chin, el único estado de mayoría cristiana del país.

¿Qué está sucediendo en Myanmar?

Myanmar, antes conocida como Birmania, lleva años sumida en un conflicto violento tras el golpe militar de principios de 2021, en el que la junta militar derrocó al gobierno electo de la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, que había prometido una nueva era democrática para la nación.

El golpe desencadenó una resistencia generalizada, protestas masivas y una escalada de conflictos armados en todo el país, lo que sumió a Myanmar en su actual crisis humanitaria y de derechos humanos.

Según estimaciones de las Naciones Unidas, desde 2021, las víctimas civiles han ascendido a más de 6.000, mientras que millones de personas han sido desplazadas. La junta militar ha matado a miles, detenido a decenas de miles y bombardeado hospitales, escuelas y edificios religiosos. La economía local se ha derrumbado y el país está al borde de la hambruna.

La junta militar anunció elecciones para 2025 en las que sólo podrán participar los partidos aprobados por la junta.