La confirmación, hace más de 15 años, de los abusos sexuales a menores cometidos por el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, supuso un punto de inflexión para sacerdotes, consagrados y laicos del movimiento Regnum Christi. La revelación de estos hechos dolorosos abrió un período de discernimiento y renovación que para muchos se convirtió en un camino de esperanza.

En 1998, nueve víctimas presentaron cargos formales en el Vaticano contra Maciel, quien negó los hechos. En 2004 se retomó la investigación y la Santa Sede le ordenó retirarse del ministerio activo, aunque nunca fue expulsado de la congregación. Tras su muerte en 2008, los Legionarios de Cristo se disculparon públicamente, confirmando la doble vida de Maciel, quien además tuvo al menos 4 hijos con varias mujeres. 

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Según se reconoce en un informe de 2019 elaborado por el Regnum Christi, al menos 175 menores de entre 11 y 16 años fueron víctimas de abusos por parte de 33 sacerdotes de la congregación, incluidos al menos 60 casos atribuidos a Maciel. 

Tras lo sucedido, muchas consagradas emprendieron nuevos caminos, redescubriendo su vocación al matrimonio o en otros carismas dentro de la Iglesia. Otras, en cambio, optaron por permanecer y comenzar de nuevo, abrazando con esperanza un proceso de renovación que, tras años de trabajo, sigue dando frutos en la vida y misión del movimiento. En 2005, Regnum Christi contaba con 540 consagradas y, en 2024, con 484. 

Miembros de Regnum Christi/ Imagen referencial. Crédito: Cortesía Regnum Christi
Miembros de Regnum Christi/ Imagen referencial. Crédito: Cortesía Regnum Christi

Un proceso para sanar la “profunda herida de paternidad”

Mary Patt Pirie, originaria de Estados Unidos, cursa estudios de Teología Moral en Roma y es la encargada general de estudios de las consagradas. En diálogo con ACI Prensa, reflexiona sobre su trayectoria espiritual y reconoce que, aunque en ocasiones fue “a su pesar”, pudo confirmar que el Señor la había llamado a seguirle en el Regnum Christi. "No me estaba indicando otro camino diferente: siguiendo su voz llegué aquí, y aquí me pedía entregar la vida", comparte.

“Me daba cuenta de que esta renovación posiblemente duraría varias décadas, dada la profundidad de la reforma necesaria, y la dificultad de ponernos de acuerdo entre tantos, en un grupo que ha experimentado una profunda herida de paternidad debido a la vida de nuestro fundador”, precisa.

Ahora, afirma esperanzada que han “caminado en una buena dirección”, aunque no descarta que lleguen dificultades en el futuro: “Esto forma parte del realismo de lo que hemos vivido. El Señor está con nosotros y hoy nos dice: ‘Ánimo, continuad haciendo presente mi Reino en el mundo”.

Mary Patt Pirie conversa con dos sacerdotes. Crédito: Cortesía Regnum Christi
Mary Patt Pirie conversa con dos sacerdotes. Crédito: Cortesía Regnum Christi

Llamada a participar en la renovación

Renee Pomarico (Estados Unidos), formada en áreas de comunicación institucional y dirección espiritual, es responsable general de comunicación para las consagradas. Tras un discernimiento, sintió que Dios le llamaba a pertenecer exclusivamente a Él a través del movimiento y, después de la visita apostólica ordenada por el Vaticano, dice que recibió “una invitación de Dios de colaborar en el proceso de renovación”. 

En marzo de 2009, el entonces cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone, anunció al director general, el P. Álvaro Corcuera, la realización de una Visita Apostólica a los Legionarios de Cristo. Tras la labor de un equipo formado por cinco prelados, se concluyó en 2010 que la conducta del P. Marcial Maciel había causado “serias consecuencias en la vida y en la estructura de la Legión, hasta el punto de hacer necesario un camino de profunda revisión”.

Después de la Visita Apostólica, el Papa Benedicto XVI consideró necesario proceder a una nueva revisión de las Constituciones y encargó este trabajo al delegado pontificio, Mons. Velasio de Paolis.

Mons. Charles Chaput, Arzobispo emérito de Filadelfia, uno de los visitadores apostólicos, fue quien le dio a Pomarico la confianza para seguir adelante. Ella dice que así pudo verificar que no estaba invirtiendo sus energías “en una obra destinada a caer” y percibió que Dios la invitaba a colaborar en el “camino de renovación”, algo por lo que hoy se siente agradecida.

A la canadiense Glory Darbellay, actual directora del centro de formación de consagradas en Madrid, el Señor le animó “a seguir adelante en las dificultades”, por lo que la llamada “siempre permaneció”. Este proceso de renovación es para ella un camino guiado por el Espíritu Santo: “Hemos tenido muchos retos, de perdonarnos unos a otros y dar espacio en la esperanza para una mirada nueva”, agrega en declaraciones a ACI Prensa.

El proceso de renovación, un "camino guiado por el Espíritu Santo"/Imagen referencial. Crédito: Cortesía Regnum Christi
El proceso de renovación, un "camino guiado por el Espíritu Santo"/Imagen referencial. Crédito: Cortesía Regnum Christi

Mayor reconocimiento y presencia en el mundo académico

Uno de los cambios institucionales más significativos en los últimos años ha sido el creciente reconocimiento de las consagradas, víctimas colaterales de una cultura interna marcada por la doble vida que llevó el fundador. “El cambio ha sido muy radical”, remarca a ACI Prensa la consagrada española Marta Rodríguez, profesora del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum en Roma.

La también directora académica del Curso en Género, Sexo y Educación de la Universidad Francisco de Vitoria señala que Maciel “hablaba mucho de la formación de excelencia, pero en la práctica, el tiempo y recursos dedicados a la formación de las consagradas era insuficiente, y eso daba lugar a una formación muy superficial”. 

Sin embargo, destaca que en los últimos 15 años ha habido un gran avance, pasando de contar con sólo tres o cuatro consagradas doctoras a unas 20 o 25 en la actualidad. “Se ha invertido mucho en la formación seria y eso ha permitido que nuestra misión se despliegue”, afirma. Antes, con pocos estudios, su labor se limitaba a la formación de niñas, “una vocación preciosa”, pero no había posibilidad de servir en universidades o en ámbitos más culturales.

Para Pirie, aunque la formación humana y espiritual “ha sido apreciada por las personas a las que servimos en casi todo momento de nuestra historia”, asegura que en la actualidad el proceso formativo es más exigente.

En esta línea, subraya que las mismas consagradas han redescubierto el valor de una formación permanente: “La gran mayoría de las iniciativas para proponer caminos formativos personales brotan de las mismas consagradas, que perciben una necesidad de ser mejor formadas en algún área o intuyen que es momento de reinventarse y emprender una formación para nuevos ámbitos de servicio”, sostiene.

Esta formación, según Mary Patt, “posiciona mejor a las consagradas para estar en el mundo, de la manera que nuestra vocación se pensó originalmente”, destacando que la cualificación ha permitido a algunas asumir servicios en estructuras eclesiásticas como dicasterios, parroquias y diócesis. 

“En todos los casos, la formación que recibimos y buscamos nos pone en mejores posibilidades de ‘dar razón de nuestra esperanza’, y de transmitir el amor de Cristo a las personas, en la situación y etapa de vida en la que se encuentren”, comenta Pirie. 

Darbellay reitera que la formación de las jóvenes consagradas “es muy diferente del pasado” y subraya que la Iglesia Católica “está impulsando mucho estos cambios”. “Estoy viendo los frutos en la madurez humana y espiritual de las consagradas que hacen sus votos definitivos”, asegura.

"La formación de las jóvenes consagradas es muy diferente del pasado”/Imagen referencial. Crédito: Cortesía Regnum Christi
"La formación de las jóvenes consagradas es muy diferente del pasado”/Imagen referencial. Crédito: Cortesía Regnum Christi

Más autonomía y libertad

Aunque Rodríguez asegura que ella siempre fue feliz, lamenta que en el pasado no decidían nada y que las resoluciones se imponían sin diálogo. “Antes nos llegaba una carta y cambiábamos de un apostolado [a otro] sin ninguna formación previa. La idea era tener una gran disponibilidad y que sirvieras para todo. Todo en nuestra vida estaba regulado”, recuerda. Ahora, en cambio, asegura que las decisiones se toman en diálogo, lo que supone “una absoluta novedad”.

Otro cambio clave es la transformación en el ejercicio de la autoridad. Explica que antes era una autoridad “enorme e invasiva”, que controlaba todos los aspectos de su vida, desde la vestimenta hasta con quién pasaban el tiempo libre. “Se dejaba a las directoras todas las decisiones sobre la propia vida, no elegías nada”, afirma. Considera que esta concepción errónea de la autoridad generaba una infantilización, con “detalles enfermizos” y un “estrés crónico”, anulando la autonomía y la originalidad. “No había relaciones de reciprocidad”, concluye.

Miembros del Regnum Christi. Crédito: Cortesía de Regnum Christi
Miembros del Regnum Christi. Crédito: Cortesía de Regnum Christi

Desafíos del Regnum Christi

Rodríguez destaca que un gran desafío del movimiento es el sustento económico y la autonomía, de la cual gozan desde 2018 a raíz de una de las indicaciones que dio la Santa Sede, que dispuso que parte del patrimonio pasara a nombre de las consagradas. “Hay muchas consagradas que nunca han trabajado, no han cotizado, ¿cómo vamos a sostenerlas a medida que se van haciendo mayores?”, pregunta.

Indica también el reto de alcanzar cierta madurez, ya que, asegura, “hemos vivido una vida infantil, no éramos responsables de nuestra vida, no tomábamos nuestras decisiones y eso es culpa del sistema”.

En cuanto a la lucha contra los abusos, desde el inicio del proceso de cambio el Regnum Christi ha desarrollado protocolos específicos adaptados para cada país en el que desempeña su labor pastoral y establecido un código de conducta universal para las consagradas, quienes trabajan con procedimientos claros para la investigación de cualquier denuncia de abusos. 

El movimiento anunció el pasado 11 de marzo que revisará sus políticas antiabuso en España, tras cinco denuncias por abuso sexual contra el exsecretario de Marcial Maciel, el sacerdote legionario Marcelino de Andrés Núñez, que trabajaba en el colegio Highlands El Encinar en Madrid.

Asimismo, la Legión de Cristo publica un informe anual en el sitio web 0abusos, donde informa sobre los pasos dados por la congregación en la atención a las víctimas de abusos y el desarrollo de entornos seguro.

El Regnum Christi en Roma/ Imagen referencial. Crédito: Regnum Christi
El Regnum Christi en Roma/ Imagen referencial. Crédito: Regnum Christi

El futuro del Regnum Christi

A principios de febrero de este año, el Vaticano aprobó de manera definitiva los Estatutos de la Federación Regnum Christi. Las consagradas coinciden en que el nuevo modo de gobernar de manera colegial y una misma espiritualidad y misión comunes, así como la unidad en la diversidad, son algunos de los cambios más destacables.

“Con la petición de aprobación definitiva, el Regnum Christi quiere decir a la Iglesia que creemos que estos estatutos custodian de manera suficiente el carisma que el Señor nos ha confiado, y que, al menos por ahora, podemos seguir caminando, sirviendo y llevando a cabo nuestra misión con estos estatutos de guía. Digo ‘por ahora’, porque sólo el Espíritu Santo es dueño de los carismas, y nunca un documento escrito en palabras humanas va a captar toda la riqueza del don”, precisa Pirie.

Para Pomarico, la decisión del Vaticano supone “una confirmación de la acción de Dios, quien ha estado presente y manifestado su gracia durante todo este camino o proceso”. Darbellay, por su parte, asegura que ya está viendo “los brotes de una nueva vida que vienen de la vivencia de nuestros estatutos, y un nuevo entusiasmo para la misión común que tenemos”.

Tanto Pirie como Darbellay miran hacia el futuro con ojos de esperanza y aseguran ver “iniciativas y propuestas acertadas”, destacando la “pastoral vocacional en sentido universal, el enfoque en fortalecer a los matrimonios y familias y el formar comunidades de apóstoles”.

Los “sueños” de Pirie para el futuro del movimiento son claros: “Más participación e impulso de redes profesionales, una presencia mayor en el mundo académico, una pastoral verdaderamente integrada, centrada en la familia y accesible a más personas”.