La cúpula de la Basílica de San Pedro, de 14.000 toneladas de peso y cinco siglos de antigüedad, estrenará una nueva iluminación la próxima Pascua para realzar aún más la magnífica obra de Miguel Ángel.
Según informó Vatican News, esta nueva iluminación, de última generación, garantizará una luz más intensa y bien distribuida para crear “una atmósfera sugerente y de mayor impacto visual”.
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El proyecto de mantenimiento y mejora en los sistemas de iluminación ya se está llevando a cabo por parte de la Fábrica de San Pedro, entidad que gestiona el conjunto de las obras necesarias para la realización arquitectónica y artística de la basílica.
Expertos están sometiendo el tambor de la cúpula, la estructura que sirve de base, a diferentes pruebas de funcionalidad y de intensidad luminosa.
Además, las operaciones técnicas se están realizando durante las horas de la noche para comprobar la intensidad de la luz, que además estará más calibrada y estará mejor distribuida.
Estos cambios, que verán la luz el domingo 20 de abril, permitirán que los turistas y peregrinos valoren, aún más, una de las cúpulas más famosas del mundo.
La gran cúpula renacentista de Miguel Ángel se construyó para custodiar los restos de San Pedro. De hecho, según detalla el vaticanista Javier Martínez-Brocal en su libro El Vaticano como nunca te lo habían contado, si se lanzara desde el punto central de la linterna un hilo de pesca con un peso de plomo en su extremo, “este se apoyaría justo encima del sepulcro del pescador de Galilea”.
La cúspide de la imponente cúpula se encuentra a 120 metros de altura y los peregrinos que lo deseen pueden visitarla tras ascender por sus 537 escalones.